Las populares fuentes de El Pilar en Montalbán, la Alameda en Montemayor, la Fuente Nueva en Montilla, el Aceituno en Aguilar o la Fuente de Rodas en las proximidades de La Rambla, presentan niveles muy por encima de lo permitido en nitratos para agua de consumo humano. Así lo ha alertado Ecologistas en Acción, que ha realizado mediciones de nitratos en el agua en el sur de la provincia de Córdoba durante el mes de junio.
El trabajo de campo fue realizado con un sencillo medidor de nitratos al alcance de la ciudadanía y si bien, los resultados no tienen toda la precisión de un laboratorio acreditado, son útiles para advertir a la población de la contaminación de las aguas e instar a la Administración para que tome medidas, ha explicado la organización.
Las fuentes públicas del Pilar de La Huerta en Montalbán; El Aljamil, el Aceituno o La Membrilla en Aguilar; Zapateros, San Francisco o La Alcubilla en Montilla, o de los Gitanos y de los Caños Dorados en Fernán Núñez triplican el valor establecido por la OMS. Es más, la Fuente de La Alameda en Montemayor quintuplica este valor seguro.
Asimismo, en el Pilar de Montalbán, de las Piedras en Aguilar, la de Rodas en las proximidades de La Rambla, la Fuente Nueva o Tintín en Montilla, la Fuente Redonda en Fernán Núñez y, el Pozuelo y el Caño Gordo en Montemayor, duplican dichos valores.
Aunque este problema principalmente afecta a la Campiña por el tipo de agricultura que se practica y probablemente por la tipología de suelo, también hay niveles por encima de lo establecido para agua de consumo humano en Lucena (Fuente de la Calzada y de Pedro Gómez), Rute (el Pilón del Mercado), Luque (Fuente de Luque) o en Baena (Pilar de la Cañada).
Desde Ecologistas en Acción, se ha instado a las administraciones competentes a que, una vez que hayan realizado mediciones con laboratorio certificado y, evidenciado los hechos que aquí se detallan, advierta a la población de que el consumo de agua de estas fuentes es perjudicial para la salud por el elevado nivel de nitratos y, en consecuencia, tomen medidas adecuadas para la remedición de la contaminación. De este modo, «potenciar y promover la agricultura ecológica desde cualquier Administración es un pilar básico para la eliminación paulatina de la contaminación de los acuíferos», consideran.
Según Ecologistas en Acción, la expansión de una agricultura más sostenible con la limitación de los fertilizantes químicos y su sustitución por otros de tipo orgánico, evitaría la lixiviación de los abonos, en gran parte, a capas más profundas del suelo y su penetración en los acuíferos.
Además, la contaminación del agua de los acuíferos «es preocupante» en un contexto marcado por la sequía, donde en caso de haber restricciones de agua potable en los municipios, «los vecinos saldrían a las fuentes públicas a abastecerse de agua, como ha sucedido en otros periodos prolongados de falta de lluvias», advierten los ecologistas.
Los nitratos en el agua tienen su origen en los abonos químicos nitrogenados que se usan en la agricultura. De esta forma, cuando suceden episodios de precipitación sobre los fertilizantes, una vez que han sido aplicados sobre los cultivos, estos son rápidamente lixiviados a niveles más profundos del suelo y acceden a los acuíferos contaminándolos.
Posibles consecuencias para la población
Así, «la contaminación de los acuíferos por nitratos es un riesgo para la salud especialmente para los niños y niñas, pudiendo ocasionar metahemoglobinemia». La metahemoglobinemia es la “afección por la que hay una cantidad más alta de lo normal de metahemoglobina en la sangre. La metahemoglobina es una forma de hemoglobina que no puede transportar oxígeno, de manera que no llega suficiente oxígeno a los tejidos.
Los síntomas de la metahemoglobinemia incluyen dolor de cabeza, mareo, cansancio, falta de aliento, náuseas, vómitos, latidos cardíacos rápidos, pérdida de coordinación muscular y piel de color azul”. Por estudios en animales y algunos estudios epidemiológicos en humanos se sabe que tienen una actividad carcinógena. Además, la formación de este tipo de compuestos en el organismo se asocia con malformaciones congénitas.
Un nuevo estudio español liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y publicado el 8 de marzo de 2023 concluye que “el nitrato ingerido durante la vida adulta a través del agua de grifo y del agua embotellada podría ser un factor de riesgo de cáncer de próstata, sobre todo en el caso de tumores agresivos y en hombres más jóvenes”.
La Organización Mundial de la Salud, con el objetivo de prevenir el efecto tóxico a corto plazo de los nitratos, estableció como nivel máximo permitido en agua para consumo humano un valor de 50 miligramos de nitratos por litro.
El valor marcado por la OMS es superado por el agua de gran parte de las fuentes públicas de la Campiña y, por tanto, el agua de estas está contaminada y se desaconseja por completo su ingesta. Esta agua, aunque es sabido que no es tratada sanitariamente y, en consecuencia, no es potable, popularmente es consumida por la población de los municipios por tradición, por su fama o su sabor.