Martirio
Hoy, viendo los informativos, me he quedado consternada hasta el punto de saltárseme dos lagrimones de ver hasta dónde llega el sufrimiento y el sacrificio que tiene que hacer la población en general durante estos meses de vacaciones. Para empezar, aguantar las colas kilométricas para salir o entrar a los puntos de salida y destino, la gasolina ha subido una vez más, los chiringuitos tienen unos precios prohibitivos, para entrar a algunas playas tienen que aguantar colas de varias horas e, incluso, llegar andando, coger una hamaca bien situada en una buena playa es carísimo y todos dicen lo mismo: “yo siempre me he ido todo el mes pero este año he tenido que recortar e irnos 15 o 20 días y no podemos comer todos los días de restaurante”. A mí no se me olvidará una mujer con un niño pequeño en brazos que decía “somos familia numerosa y hemos tenido que recortar unos días”. Ahí fue cuando ya no pude resistir las lágrimas. He llegado a escuchar que algunos han tenido que pedir un préstamo porque las vacaciones “son sagradas” y no les importa estar sacrificados todo el año para pagarlas. ¡Pobrecitos! Lo que están pasando esas criaturas con sólo 20-25 días de vacaciones en un hotel o apartamento en primera línea de playa con los precios como están.
Pero claro, también tendríamos que ver la otra cara de la moneda. Los hoteles están llenos hasta la bandera, los chiringuitos no dan abasto con las reservas que tienen, el tío de las hamacas las tiene todas alquiladas con una semana de antelación, los que alquilan apartamentos pueden pedir lo que quieran porque se lo pagan, los locales nocturnos de copas están todas las noches a tope con las copas a millón. Y todo esto en los sitios normales, que, si te vas a uno de lujo como Marbella, los gastos se multiplican y también tienen bulla.
Me parece estupendo que todo el mundo tenga vacaciones y de las mejores, pero ¡coño!, no quejarse tanto de todo. Toda la vida del mundo si has podido irte te vas y si no pues no te vas. Si os cuesta tanto iros quedaros en la piscina municipal que también se está muy bien y, si queréis salir a tomaros algo, os lo podéis tomar en el llano, en la plaza o donde os dé la gana, pero mucho más barato. A lo mejor si nadie se fuera de vacaciones bajaban, y no poco, los precios de todo. Pero si no pensáis renunciar a ellas pues disfrutadlas. Ah, y no hace falta que lo pongáis todo en el Facebook, que hay un montón de gente que no puede irse y les importa un carajo donde hayáis estado y lo que hayáis comido y bebido.