Es difícil encontrar una perspectiva de Aguilar que no la muestre tal como realmente es: un casco urbano encumbrado sobre varios cerros o cumbres. Por ello, resulta curioso el contemplar desde la lejanía a la vieja villa señorial como si estuviese situada en un altiplano.
Esta visión solo se pude admirar, como si de un efecto óptico se tratase, desde las tierras del este, por las zonas del Cerro del Humo, Cuesta Blanca o Cerro Macho, lugares desde donde las vistas del callejero de Aguilar son interferidas por el Cerro de Tumbajarros (Casas Viejas), dibujando en el horizonte una población totalmente llana.