El cronista de la ciudad, Diego Igeño, y la concejala de Cultura Paqui Herrador, ejercieron ayer de anfitriones y presentadores del acto que tuvo lugar en el patio de la Biblioteca Municipal con motivo de la presentación de la novela de Antonio Albalá “ Caso Resuelto”.
Una convocatoria del ayuntamiento que se vio respaldada por numerosas personas que llenaron el recinto en una velada muy agradable en lo climatológico y muy interesante desde el ámbito cultural.
Fue Diego Igeño quien, en su presentación de autor, dijo que “Antonio es uno de esos aguilarenses por el mundo. Vinculado a la calle Belén, donde residían sus abuelos, pronto se trasladó con su familia a Córdoba para luego hacerse “ciudadano de muchos sitios”. Sin embargo, el poso aguilarense forma parte de su ADN: “Me emociona mucho –dice- celebrar este acto en mi pueblo, es tocar mi fibra más sensible y cómo no, volver a mis raíces de las que nunca me separé”.
Más que datos biográficos, Igeño resaltó de la figura de novelista diciendo que “es persona de una notable curiosidad intelectual que ha proyectado, felizmente, hacia varios mundos que a la postre confluyen en el excelente ejemplo que hoy presentamos en Aguilar: las letras, la criminología, las ciencias forenses y la grafopatología forense.
Diego habló del contenido del libro sin destriparía la trama de la novela, y anunció que nos sumerge en el subgénero del thriller, de la novela negra, policíaca. En el prólogo que le antecede, firmado por Óscar Fábrega, se habla de algunos referentes clásicos. Ni más ni menos que Edgard Allan Poe, Sir Arthur Conan-Doyle y Agatha Christie, cuyos personajes –Auguste Dupin, Sherlock Holmes, Mrs. Murple y Hercule Poirot- son iconos del mundo detectivesco. Con esas fuentes de inspiración era difícil que nos encontráramos con una opera prima fallida. Y, efectivamente, no lo es; antes, al contrario, estamos ante un texto ágil y absorbente, de esos que te hacen beberte las páginas, de la primera a la última, con verdadera ansia pues está construido con una prosa minuciosa pero sencilla que permite que su lectura sea un ejercicio de delectación para el lector. No podía ser de otra forma teniendo en cuenta que el propio Antonio ha manifestado que se divirtió de lo lindo escribiendo la novela. Este entusiasmo lo ha trasladado a cada una de sus páginas, lo que le permite contagiárselo al lector.
Por su parte, el autor rememoró en su intervención las vivencias y apegos que mantiene con el pueblo donde nació y al que se siente unido emocionalmente, aunque resida fuera desde hace mucho tiempo. Dijo sentirse feliz y agradecido por la acogida que está teniendo la novela y correspondió con gratitud también para las numerosas personas que acudieron al acto.
Como era de esperar, hablo de cómo había elaborado la novela y su contenido, aunque sin penetrar en su relato para no descubrir el final del mismo. Esto lo descubrirán los lectores que, como ocurrió ayer, se acerquen a comprarla en alguno de los actos de presentación que se están desarrollando o la adquieran en las imprentas o papelerías.
