
Rafa Pino.
Desde 1948, y ya ha llovido, bueno, allí llover agua del cielo; poca, allí cada cierto tiempo, lo único que llueve desde el cielo, son las bombas que tiran los Israelitas. Una vida entera en el que el mundo entero ha visto como el pueblo de Israel ha ido relegando y masacrando al pueblo palestino.
De nada valen las medias tintas, ni rasgarse las vestiduras.
En todos estos años el pueblo israelí ha pisoteado, reído, vilipendiado, atropellado y sometido a los palestinos; y esto si es la puta realidad.
Después de la primera guerra mundial y durante la partición del imperio otomano, la sociedad de Naciones aprobó el Mandato británico de Palestina con la intención de crear un «hogar nacional para el pueblo judío».
En 1947, las Naciones Unidas aprobaron la partición de Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe. Ya en 1948, ellos declaran la independencia y por consiguiente la primera guerra árabe/israelí, donde no solo salieron ganadores, sino que se iban apropiando ilegalmente de más territorios y entrando en conflicto permanente con otros países limítrofes.
Parece ser que, o eres antisemita, y por lo tanto yihadista, o vas con el kipá a celebrar el Yom kipur y ves en la estrella de David tu única verdad; aquí no hay término medio, la equidistancia no existe en este desastre para todo aquel que da una opinión sensata y se rige por la verdad. Cada uno puede verlo a su manera, pero en este conflicto, la verdad sólo tiene un camino y una realidad; ¿Sabéis cuál es?, la cantidad de civiles que van muertos desde que comenzaron los enfrentamientos y de cómo Israel ha ido apropiándose ilegalmente de un territorio que no le pertenecía.
Yo condenó el terrorismo siempre, en cualquier lugar, momento, situación y/o país; pero unos muertos no pueden valer más que otros, ni por cada judío muerto tienen que morir 10 o12 palestinos. A Israel, que solo desde el año 1988 lleva asesinados ya a 13.400 palestinos, sin contar aún todos los que han muerto en este último conflicto, que rondarían los 5.000, le importa un carajo donde tenga que llegar, para acabar su plan de limpieza étnica y apartheid contra el pueblo palestino, y lo demás está demás.
Hamás se fundó en 1987 con la primera intifada, levantamiento que se llevó a cabo por las protestas generalizadas contra la ocupación de Israel.
La Unión Europea y algunos países occidentales consideran a Hamás una organización terrorista.
Ganó las elecciones parlamentarias en 2006 y 2007 y arrebató violentamente el control de la franja de Gaza a la autoridad Palestina reconocida internacionalmente. La autoridad Palestina es gobernada actualmente por el movimiento contrario denominado Al Fatah. En el momento que Hamás tomo el control de la franja de Gaza, Israel levantó un bloqueo de personas y mercancías que dura a día de hoy y que ha devastado la economía de Gaza, y del cual los palestinos acusan a Israel de un castigo generalizado.
En este mundo lleno de personas malas, gobiernos con pésimos ministros, y presidentes aún más pésimos, no queda otra que rezar, aquellos que son creyentes, y los que no creen en religión alguna que miren e imploren a las estrellas. Son estos dirigentes los que manejan y deciden el futuro de una humanidad donde el loco guía al ciego, el hipócrita se burla del humilde y el poderoso pisotea al más débil.
Hamás juró la aniquilación del pueblo de Israel y ha sido el artífice de muchos atentados suicidas y otros ataques mortales contra civiles y soldados israelíes.
En la franja de Gaza los más de dos millones de habitantes consideran a Hamás como los únicos capaces de oponer resistencia al imperio israelí.
Ninguna muerte tiene justificación y lo vuelvo a decir, nadie en su sano juicio puede defender el genocidio alemán contra los judíos, ¡esos si eran antisemitas!, el problema es que Israel en grandísima medida, está administrando a Palestina la misma medicina que ellos recibieron de los nazis; pero con la salvedad y el beneplácito de los Estados Unidos, otros que van de guai pero meten las narices en todas las salsas.
Yo no soy antisemita, ni incrédulo, ni idiota, y no me vendan la moto de la legítima defensa cuando el verdugo va de víctima.
Cuando pegas, humillas y pisoteas una y otra vez a alguien, un día cualquiera, ese alguien se harta y tira de orgullo para revelarse contra ti. Israel lleva haciendo eso contra Palestina durante una vida entera, y si hablamos de vidas perdidas, la balanza solo se inclina hacia el mismo sitio, las vidas inocentes.
Israel ya hace mucho tiempo que cruzó el límite del mal, sobre todo con Netanyahu de presidente. El odiado viejo conocido.
Toda la vida nos hicieron creer en el Western americano, que los indios apaches eran los malos y los del séptimo de caballería eran los buenos, con el paso del tiempo nos fuimos dando cuenta de que era todo lo contrario. Los Apaches, los Siouxsie, defendían sus tierras, su entorno y a sus tribus del temible Séptimo de Caballería dirigido por el general Caster.
Palestina está pasando por lo mismo que los Apaches y los Siouxsie mientras el Séptimo de Caballería Israelí avanza y arrasa con todo a su paso, y el mundo libre mientras tanto mira para otro lado.
No me vendan otra película, que ya no se la cree nadie.
Hasta cuándo va a pagar el pueblo palestino los abusos de aquellos que los tienen sitiados, aislados y bombardeados. ¿No hay nadie que ponga coto a estos hebreos desalmados, ni a su afán de apartheid?
Hasta cuando los países llamados desarrollados van a seguir amparando a Israel, a su presidente malvado y a una opresión que comenzó más allá de 1948. No se les cae la cara de vergüenza porque no la han tenido nunca.
Se hiela el corazón cuando día tras día, semana tras semana, y año tras año, seguimos viendo a niños y civiles palestinos como son rescatados de la devastación israelí, llenos de polvo, la mayoría muertos, sin familia que se apiade de ellos y sin futuro alguno; y todo esto sin nadie que quiera o pueda poner coto a tanta desumanidad y tantísima crueldad.
Desde la condena más absoluta a los ataques de Hamás, Israel debe de parar, tiene que parar de una vez por todas con este genocidio sin sentido y máxime viniendo de donde vienen. El problema de fondo es saber que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver.
Paren este mundo injusto que yo me bajo, y si para justificar una masacre con otra aún mayor diciendo que es en legítima defensa,la decisión sigue siendo la equivocada, y créanme cuando les digo que para ése viaje no hacen falta alforjas.
Ustedes en su interior más recóndito tendrán una opinión propia, que hay que respetar, pero por favor, no sigan comulgando con ruedas de molino; Los inocentes siempre serán inocentes, y el valiente ha sido valiente hasta que el cobarde ha querido.
La mayor cárcel al aire libre del mundo sigue siendo custodiada por unos carceleros sin escrúpulos que tienen la llave echada, en tanto, los están abocando a la desesperación más absoluta y un bombardeo continuo, el que quiera que ande, que mientras tanto, ellos van a continuar con su limpieza étnica sin precedentes y sin coto a tanta injusticia.