Las Acacias que se plantaron en la Cuesta de Jesús, a principios del siglo XX, habían alcanzado ya un tamaño y volumen considerable cuando se capturó esta instantánea del popular enclave urbano unas décadas después. Sus voluminosos troncos y frondosas ramas constituían un elemento distintivo de este lugar, ocultando en parte la visión que de la monumental Parroquia del Soterraño se tiene desde la Placilla Vieja, pero a la vez, confiriendo al espacio, con su verdor renacido cada primavera, un encanto especial que ha quedado perenne en la memoria de los chiquillos que acudían a diario a las “Escuela de la Cuesta”.

En esta bonita panorámica, se observa, a la derecha, la blanca fachada del viejo edificio del Pósito Municipal, que, desde finales del siglo XIX, acogió las escuelas públicas durante las siguientes décadas, aunque vería como el olvido habría de dejarlo al margen de los trascendentales cambios sociales y educacionales que habrían de producirse en la segunda mitad de la centuria.

A pesar de todo, durante algunos años más prosiguieron las actividades docentes y aumentó el número de alumnos, hasta su clausura como centro docente que se produjo en los años setenta.

Compartir:

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp

Entradas relacionadas

Imágenes Vividas (698)

Cuando vamos a iniciar el próximo lunes los actos programados para la Semana del Libro 2024, recuperamos para la memoria e historia gráfica de nuestra Biblioteca Municipal el acto de

Imágenes Vividas (697)

Esta fotografía pudo tomarse en el patio del colegio Jesús Nazareno (Oblatos) en la década de los ochenta, más o menos; aunque podríamos preguntarnos ¿Un año más o un año

Imágenes Vividas (696)

De mi infancia y juventud recuerdo muchas cosas buenas, como diversión, aprendizaje, amigos. Y también lugares que marcaron el tránsito de esos años, pues en ellos disfrute de una de

Imágenes Vividas (695)

Los pronósticos eran claros y se han cumplido. La Semana Santa ha estado pasada por agua, y en pocas ocasiones conocidas se han vivido unos días sacros tan desalentadores en