La Cuaresma suele estar plagada de actos de todo tipo teniendo como protagonistas a nuestras cofradías de Pasión. Cada acto se convierte en una excusa perfecta para reunir, alrededor de la devoción por una imagen, a un grupo de amigos que rememoran la vida de Jesús o la suya misma. En estas fechas se suceden las presentaciones de carteles que anuncian una nueva Semana Santa. Antes, había un solo cartel que editaba la Agrupación de Cofradías. Ahora, además de ese cartel “oficial” muchas de ellas sacan el suyo propio con el que nos anuncian su estación de penitencia. Cualquiera de estas presentaciones suele ser un acto sencillo en el hay un presentador que hace una especie de mini pregón pero enfocándolo, cómo no, a su imagen y a su procesión. Pero lo que más me llama la atención es que, tratándose de la presentación de un cartel, entendiéndose cartel como una obra de arte, ese presentador apenas habla ni del cartel ni de su autor y, para más INRI, ni tiene nada que ver con él y, por supuesto, dicho autor no dice ni mu en dicha presentación.
Hace unos sábados se presentó el cartel de la Semana Santa 2024. Hacía frío y, como lo ponían en directo por la tele, me quedé en mi casa viéndolo. Antes del acto pusieron una entrevista de un chaval y pensé que igual ese chico era el autor pues, en 15-20 minutos que duró la entrevista, no se habló nada ni del cartel ni de su autor. A las 9 empezó el acto con unas palabras del Presidente de la Agrupación de Cofradías que dieron paso a los presentadores del cartel que no eran otros que el chaval de la entrevista y su hermano. La presentación fue bastante emotiva y bonita pero habrían de pasar unos 25 minutos para que nos enteráramos de quién era el autor y qué representaba el cartel. El autor no era el chaval sino Antonio Córdoba (Paniagua). Es decir, que hasta el minuto 25 no supimos el motivo principal que nos reunía allí. Y no creáis que a partir de ahí ya fueron todo halagos hacia la obra. ¡No, para nada! De unos 45 minutos que duró la presentación todo se limitó a unos 30 segundos como mucho: “representa la entrada de Jesús Caído en la plaza y su autor es Antonio Córdoba”, y punto. Hubo más detalles que me llamaron la atención como que la cofradía regalara a los presentadores un recuerdo y a Paniagua, que había hecho la foto del cartel, que seguro que les había presentado unas cuantas para elegir y que, seguro también, su único premio iba a ser verla plasmada en un cartel, no tuvieron un detalle con él.
En fin, es mi Aguilar. Algunas veces entiendo perfectamente a los que dicen que Aguilar es diferente y que hay que irse a vivir fuera.
Pero, después de analizar todo lo que os he contado, se han presentado otros carteles y ¡oh sorpresa! Hay cofradías y asociaciones que saben hacer las cosas bien y no sólo se dedican a mirarse el ombligo. La cofradía de Jesús Nazareno y la asociación ASJOCOA han hecho un concurso de carteles para elegir el que les va a representar en esta Semana Santa y el premiado será presentado, en un acto organizado para la ocasión, por su autor. Si no me falla la memoria es la primera vez que se hace esto en Aguilar, al menos con una foto. Yo no digo que obligatoriamente tenga que ser el autor del cartel el presentador pero sí que tenga un pequeño espacio para explicar el por qué de su obra. Al fin y al cabo, sin autor no hay cartel y sin cartel no puede haber presentación.
Yo os pediría que cuando queráis presentar un cartel hagáis eso: presentación de un cartel. No un mini pregón para lucimiento de la cofradía y su presentador solamente. Eso es para otro momento. Y también, que le dejéis su parcela, aunque sea pequeña, al autor de la obra. Al fin y al cabo, fue Jesucristo el que dijo en el evangelio de S. Mateo 22:21 “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.
Martirio.