Científicamente está probado que el color anaranjado del sol en el atardecer es debido a que, al encontrarse próximo al horizonte, la luz emitida por el sol debe recorrer una mayor cantidad de atmósfera, cuyas partículas dispersan más los colores azules/violetas, dejando solamente luz rojiza que, a su vez puede ser reflejada en el mar o en las nubes.
Y que mejor imagen que esta puesta de sol capturada hace algunos días desde la calle Arrecife, en la barriada del Cerro Crespo, para comprobar que ese principio científico se cumple realmente y que, además, puede originar estampas tan bellas e idílicas como la que capturó el autor de esta fotografía.