
El lugar, la época del año y las condiciones meteorológicas son factores que pueden incidir en la toma de una captura fotográfica, si esta se realiza en el exterior, y si además no está programada si no que surge en el momento, también la hora en que se realiza tiene su grado de importancia.
Aunque tanto el amanecer como el atardecer tienen horas doradas, es importante entender que la luz que encontrarás durante estos dos momentos no es exactamente la misma. En primer lugar, el color de la luz es ligeramente diferente. La luz del amanecer suele tener un tono más dorado-azulado, mientras que la luz del atardecer tiene un matiz dorado-rojizo. Pero ambas son perfectas para fotografiar paisajes en la hora dorada y te proporcionarán imágenes magníficas.
En uno de los atardeceres de este verano se capturó esta bella instantánea de paisaje urbano que sublima la belleza que atesora la ochavada Plaza de San José de Aguilar, al aparecer cubierta por un tapiz de nubes impregnadas de tonos dorados y rojos que exalta la perfección de las formas neoclásicas que definen su arquitectura.