
Durante doce sesiones, un grupo compuesto por profesionales de la educación, el sector sanitario y personas interesadas ha participado en el taller titulado “Atención a los Aprendizajes, Conductas y Relaciones entre Hombres y Mujeres desde la Pedagogía Sistémica”. Este evento, que se llevó a cabo en el IES Vicente Núñez de Aguilar y fue financiado a través del Pacto de Estado, ha sido organizado por la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Aguilar y coordinado por la Unidad de Violencia de Género de la Subdelegación de Gobierno en Córdoba.
La finalidad principal del taller ha sido ofrecer una formación que ayude a comprender mejor las dinámicas de aprendizaje, comportamiento y las relaciones entre hombres y mujeres desde una perspectiva sistémica, lo que implica ver la interrelación entre todos los componentes de un sistema, en este caso, las familias y los entornos laborales o educativos. Para los participantes, este taller ha significado mucho más que una simple adquisición de conocimientos: ha sido una experiencia profundamente emocional.

El concepto de “Ampliar la mirada”, tan repetido en este tipo de formaciones, hace referencia a una capacidad para ver más allá de lo evidente. No se trata solo de entender la situación inmediata en la que nos encontramos, sino de realizar un profundo viaje interior que nos lleva a reflexionar sobre nuestra propia historia y la de nuestra familia. La pedagogía sistémica nos invita a contemplar nuestra vida desde una perspectiva más global, considerando que cada uno de nosotros forma parte de un sistema más amplio, siendo la familia el más básico y fundamental.
Este enfoque no solo ha permitido a los participantes conocerse mejor a sí mismos, sino también entender con mayor claridad cómo funcionan los sistemas familiares a los que pertenecen. Han aprendido a observar sus propios entornos familiares y profesionales desde una nueva perspectiva, diferente a la que habían tenido hasta el momento, lo que les permitirá aplicar estos aprendizajes en su vida cotidiana y en su trabajo.
Esta formación, por tanto, no solo se centró en proporcionar herramientas pedagógicas o psicológicas, sino que también tuvo un componente de crecimiento personal muy relevante. Los asistentes han experimentado un proceso de autodescubrimiento que les ha permitido ver con mayor claridad cómo su propio sistema familiar y cultural influye en sus relaciones laborales y en su forma de interactuar con los demás. Al aplicar la mirada sistémica, han podido identificar las interacciones ocultas que, a veces, no somos conscientes de que existen, pero que determinan gran parte de nuestra vida diaria.
En resumen, el taller ha dejado una huella profunda en quienes participaron, no solo por la calidad de los contenidos, sino por la forma en que estos les han permitido conectarse consigo mismos y con los demás de una manera más consciente y comprensiva. Al finalizar las doce sesiones, los participantes se mostraron emocionados y conmovidas por lo aprendido, conscientes de la importancia de la mirada sistémica en su trabajo diario y en sus relaciones personales. Esta experiencia transformadora les ha dado nuevas herramientas para abordar los retos profesionales y personales desde una perspectiva más amplia y enriquecedora.