
Tras más de 46.000 muertos en la franja de Gaza aún hay voces israelíes en contra de la tregua diciendo que es una rendición ante Hamás. Quizás les parecen pocas las víctimas. Lo suyo, para ellos, sería exterminarlos totalmente como Hitler lo intentó con ellos en su momento. Creo que hay que tener muy mala sangre para ver las imágenes que llegan a diario de las víctimas, de cómo tienen que vivir esas criaturas y no conmoverse ni una mijita y querer seguir arrasándolo todo sin dejar pasar ni alimentos ni ningún tipo de ayuda humanitaria. ¡Que se mueran de hambre, de sed, de enfermedades, como ratas acorraladas bajo las bombas! ¿Dónde están los países más desarrollados, educados y cultos del mundo? ¿Quizás preocupados porque su industria armamentística no decaiga?
Hace ya unos años, antes de la pandemia, una amiga mía estaba pasando por una mala racha a causa de una enfermedad muy grave y otra amiga, muy creyente ella, me dijo que Dios mandaba esas cosas a gente que eran capaces de luchar contra ellas y superarlas. Hace poco, ese mismo razonamiento me lo hacía un familiar mío para otro tema parecido.
Cada cierto tiempo las esquelas mortuorias nos sorprenden con gente cuya edad no es la “habitual” en esos sitios. Algunas son por accidente, pero otras son por enfermedad o porque han decidido ya acabar con su “sufrimiento” en la Tierra. Y ante estos yo me pregunto si quizás Dios se ha equivocado y les ha apretado demasiado las tuercas porque creía que iban a aguantar y no ha sido así. ¿Cabe la posibilidad de que Dios no sea infalible? ¿A la hora del Juicio final contará el que unos hayan tenido una vida plácida y otros hayan vivido un verdadero infierno? Dicen que Dios aprieta, pero no ahoga, pero yo creo que algunas veces se pasa tres pueblos. ¿Y tú qué piensas? Yo creo que voy a tener que confesarme porque igual es pecado pensar estas cosas.