
El mercado de abastos acogió el pasado 14 de marzo un emotivo reconocimiento a la mercería Angelines de nuestra localidad, y a las dos mujeres que han estado al frente de ella, Angelines, madre e hija.
Iniciativa que parte de una persona, Teresa Bujalance, y a la que se han sumado cientos de vecinas y vecinos, así como una representación del Ayuntamiento con las concejalas Paqui Herrador, Mari Ángeles Zurera y Josefina Avilés

Un reconocimiento al comercio que, durante más de cinco décadas, como así manifestaron quienes tomaron la palabra, en la mercería sita en la calle San Brígida no sólo se despachaban bobinas de hilo y tiras bordadas si no que era un lugar de encuentro, de tertulia, de enseñanza, de escuchar consejos, y de unas manos abiertas para todo aquel y aquella que entrara en busca de una solución; si estaba al alcance de Angelines o Angelita, todo se resolvía.

Con una puesta en escena exquisita que la Asociación de Mujeres la Chiribomba ha cuidado al detalle ofreciendo una merienda a la asistencia se homenajea a este comercio después de que Angelita, la segunda generación, haya llegado a su jubilación.
Una placa conmemorativa, plantas, flores y un cuadro por parte de la Cofradía de la Soledad, a la cual la familia Bérchez Toro pertenece desde tiempos remotos, fueron entregados a las homenajeadas, visiblemente emocionadas.
