Y llegó el dia marcado en el calendario aguilarense con letras mayuscalas: VIERNES DE DOLORES. La Cuaresma preludia al tiempo anhelado, que tiene en esta noche el glorioso pórtico que da entrada a la Semana Santa de cada año.
Una Cuesta de Jesús colmada de gentes de todas las edades y condición, pone de manifiesto la ilusión que se tiene porque las cofradías regresen a las calles llenándolas de alegría y bullicio. La Bendición del Nazareno es el arranque simbólico del Tiempo de Pasión en Aguilar de la Frontera, una cita fundamental también en lo anímico, ya que presagia que todo volverá a ser como fue siempre, por los siglos de los siglos.
La Semana Santa es la primera de nuestras costumbres. Una celebración que forma parte de nuestra cultura y es importante cuidarla y promocionarla como una tradición vinculada a las creencias y emociones, pero también a laº generación de actividad económica y fijación de la población.
Será la Semana Santa de la esperanza pues la climatología parece que permitirá vivirla sin la incertidumbre del año pasado. Todo está preparado para vivir lo soñado durante tan largo tiempo, y Jesús Nazareno volvió a convocarnos a esta celebración congregando en la Cuesta una multitud que refrendan con su presencia los deseos de vivir intensamente las fiestas del pueblo.
El Nazareno salió al atrio del templo y los romanos pusieron la banda sonora al día mayor de las vísperas, ese que marca la frontera entre los soñado y lo vivido. Aguilar estrena su Semana Santa del 2025 con las ilusiones renovadas como antes, como siempre: recordando a los que ya no estan.
