
La Veladilla de San Roque, una tradición viva en Aguilar de la Frontera
En Aguilar de la Frontera, la devoción a San Roque se remonta al siglo XVI, pero es a partir del año 1649, cuando, con motivo de la peste negra que asoló gran parte de Europa, adquiriría un protagonismo especial entre los vecinos del pueblo, pues, ante la amenaza de la enfermedad, los regidores de la villa proclamaron a San Roque como santo protector y patrono de la localidad, instituyendo un voto solemne que se renueva cada 16 de agosto. Desde entonces, la fecha se conmemora con una Función religiosa en la iglesia del convento Carmelita, seguida de la procesión del santo por las calles de la localidad.
A mediados del siglo XX, esta tradición adquirió un nuevo matiz gracias a la iniciativa de Manuel Llamas Luque, entonces concejal de festejos. Él impulsó la creación de la Veladilla de San Roque en la calle Cerrillo, una celebración popular que, con la colaboración de los vecinos, convirtió este rincón de Aguilar en un punto de encuentro festivo. La calle se engalana con adornos, se organizan concursos y juegos populares, se celebran bailes y se fomenta la convivencia vecinal durante dos días. Desde ese momento, la procesión de San Roque incluye su paso obligado por la calle Cerrillo, donde los vecinos lo reciben con especial fervor.
Más de medio siglo después, la Veladilla de San Roque sigue siendo una cita ineludible en el calendario festivo de Aguilar de la Frontera. Cada 16 de agosto, la calle Cerrillo se llena de color, tradición y devoción, renovando el vínculo entre el santo protector y su pueblo.

Foto cedida por Manuel Llamas León.



