Ayer sábado, la Hermandad de la Caridad y la barriada del Cerro Crespo vivieron una jornada que quedará grabada para siempre en el corazón de todos los hermanos y devotos de la querida cofradía del Lunes Santo. Con motivo del 25º Aniversario de la bendición de la Virgen de la Concepción, la imagen volvió a recorrer las calles del barrio en una procesión extraordinaria cargada de emoción, fe y recuerdos.
La bella imagen, obra del prestigioso imaginero cordobés Francisco Romero Zafra, volvió a salir como en sus primeras ocasiones, luciendo sola en su paso y rodeada por la luz de su candelería, evocando aquellos primeros años en los que la devoción comenzaba a florecer en torno a Ella.
Durante más de tres horas de recorrido, las calles del barrio se convirtieron en un auténtico templo al aire libre. Los vecinos, esperaban su paso en cada esquina, mientras los sones de la Banda de Música de Moriles envolvían el ambiente con melodías que parecían elevarse al cielo deleitando a todos los que acompañaron a la imagen durante el singular recorrido.
El discurrir de la Virgen por lugares tan queridos como los Pisos del Cerro, la calle Cronistas o la calle Calvario dejó estampas imborrables, llenas de fervor, belleza y emoción compartida. Cumpliendo así el propósito de la hermandad de que esta efeméride tuviese como protagonista al barrio donde tiene su templo.
Fue un día en el que el barrio se sintió más barrio, uniendo pasado y presente en torno a la Madre de la Concepción. Una jornada para el recuerdo, en la que el amor, la fe y la gratitud se abrieron paso entre el aroma del incienso y los aplausos que premiaban el buen hacer de la banda de música y la cuadrilla de costaleros capitaneada por los hermanos MIguel Ángel y Juanjo Palma .
Porque veinticinco años después, Ella sigue siendo la misma Luz que guía, consuela y bendice a todos sus hijos del Cerro Crespo.
