
El casco urbano de Aguilar brilló anoche con luz propia gracias a “Luces de Poley: El Desafío”, un evento organizado por la Delegación de Juventud del Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera, con la financiación del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), dependiente de la Junta de Andalucía.
La cita reunió a 80 participantes divididos en 20 grupos de cuatro personas, que se enfrentaron a ocho juegos repartidos por todo el municipio, combinando cultura, patrimonio y trabajo en equipo. En la coordinación participaron 24 monitores de la asociación local Enraizados, mientras que la empresa local Sónica fue la encargada de dotar de luz, sonido y ambiente a una noche que no dejó indiferente a nadie.

El delegado de Juventud, Pepe Fontiveros, calificó el evento como “un rotundo éxito”, destacando que el objetivo principal era “acercar el patrimonio y la cultura aguilarense a la juventud a través del juego, la luz y la emoción compartida”.
La actividad comenzó a las 8 de la tarde en el Auditorio Sebastián Valero, con un sorteo para asignar a cada grupo el número de juego inicial y el color correspondiente, lo que permitió que la dinámica estuviera perfectamente equilibrada: cinco grupos azules, cinco rojos, cinco verdes y cinco rosas, distribuidos por las distintas zonas del recorrido. Cada participante recibió una pulsera neón con el color de su equipo, llenando las calles de Aguilar de destellos luminosos hasta las 11 de la noche.
Cada grupo recibió al inicio del recorrido una cartilla identificativa donde debían ir sellando las pruebas superadas. Solo aquellos equipos que lograran completar todos los sellos podían correr al pulsador de su color en la Torre del Reloj y clasificarse a la Gran Final, lo que añadió emoción y competitividad a la experiencia.

Las ocho pruebas estaban distribuidas por distintos puntos emblemáticos del casco urbano, combinando ingenio, destreza y conocimiento sobre Aguilar de la Frontera:
• Juego 1 – “Zóñar”, celebrado en el Parque Rojo, homenajeó a la Laguna de Zoñar, el único lago natural de Andalucía, con un reto inspirado en su fauna y biodiversidad.
• Juego 2 – “Código Morse”, en el Parque Blas Infante, puso a prueba la rapidez mental y la comunicación entre los miembros del grupo, quienes debían descifrar mensajes de luz.
• Juego 3 – “Haz tu Luz”, en el Llano de la Cruz, desafió a los participantes a crear una vela, representando la idea central del evento: ser faros que iluminan Aguilar.
• Juego 4 -“Monumentos”, ubicado en el Llano de las Coronadas, invitó a ordenar elementos patrimoniales de Aguilar según su antigüedad, reforzando el conocimiento histórico del municipio.
• Juego 5 – “Venencia”, en la Casa de la Juventud, permitió poner a prueba la precisión y el pulso al llenar una copa de vino hasta la marca exacta con una venencia, un guiño a las tradiciones vitivinícolas locales.
• Juego 6 – “LGTBI”, desarrollado en la Casa Abierta, fomentó los valores de la diversidad, la inclusión y el respeto, pilares fundamentales de la juventud aguilarense.
• Juego 7 – “Memory Cofrade”, en la Parroquia del Soterraño, consistió en emparejar iconografía y símbolos de la Semana Santa de Aguilar, combinando memoria visual y conocimiento cultural.
• Juego 8 – “Tangram”, celebrado en el Molino del Duque, cerró el recorrido con un desafío de lógica y geometría, donde los equipos debían reconstruir figuras relacionadas con los monumentos del municipio.

Gracias a esta cuidada distribución, los participantes recorrieron distintos espacios de Aguilar, redescubriendo su patrimonio a través del juego y la luz, mientras avanzaban con sus pulseras de neón y los sellos en su cartilla como testigo de cada logro conseguido.
A medida que avanzaban las pruebas, las fachadas de la Torre del Reloj se fueron iluminando con los colores de los equipos ganadores.
• La fachada azul fue la primera en encenderse, gracias a Sergio Jiménez López, José Antonio Ortiz Bujalance, Antonio Manuel Moreno Barranco y Antonio José Quintero Martínez.
• Le siguió la fachada roja, iluminada por Diego Valle Varo, José Manuel Lucena Fuillerat, Arturo Varo Flores y Samuel Cabezas Palma.
• A continuación, se encendió la fachada verde, con el equipo formado por Mónica Molina Muñoz, Álvaro Cabello Terrón, María de la Cruz Valle Rueda y José Francisco Arcinega Toro.
• Finalmente, la fachada rosa, situada en la cara del reloj, brilló gracias a Eloy Manuel Luque Pulido, Marta Cabezas Zurera, Rafael Valle Cabezas y Yaiza Sotomayor Zurera.
La gran final comenzó a las 22:45 horas, presentada por María Pérez Carretero, quien planteó a los finalistas una serie de preguntas sobre Aguilar de la Frontera. Tras un nuevo sorteo para decidir el orden de participación, los equipos compitieron por conseguir los siete cristales del rosetón de la Parroquia del Soterraño, reproducido en cartón a gran escala como elemento decorativo del escenario.
El equipo rosa logró completar los siete cristales y se proclamó ganador absoluto de “Luces de Poley: El Desafío”, obteniendo un premio de 800 euros (200 por integrante). Los demás finalistas recibieron 112 euros por grupo (28 euros por persona), además de un obsequio conmemorativo compuesto por una guía turística de Aguilar de la Frontera, postales, fotografías y marcapáginas con los monumentos más emblemáticos del municipio.
La noche concluyó entre aplausos, luces y música, dejando una imagen inolvidable de la Torre de Aguilar convertidas en un faro de luz y juventud, símbolo de una localidad que sigue apostando por la cultura, la participación y la creatividad.




