Autor foto: Antonio Maestre Ballesteros
Por el daño que producen en edificios patrimoniales y casas particulares, la invasión de palomos constituye actualmente uno de los problemas más difíciles y complicados de solucionar, tanto para las autoridades municipales como para los propios vecinos afectados que se ven impotentes ante los graves dañose que le ocasionan estos animales.
En esta curiosa fotografía observamos el ejército de «bichos» que invaden y ocupan las cuatro cornisas del tejado de la iglesia del Hospital. Como si de un batallón de soldados se tratase, se alinean uno tras otro a una distancia casi simétrica, como vigías de un espacio que parece pertenecerle.
Su fácil y contínua reproducción, y la falta de depredadores, unido a la prohibición de cazarlas con armas de aire comprimido, ha provocado que se conviertan en una verdadera plaga muy difícil, casi imposible, de combatir y erradicar. De no remediarse el problema, pronto veremos los tejados de este histórico edificio totalmente arruinados, como lo estaban hace apenas unos años.