Como si de una aparición se tratase, en las tardes soleadas de invierno se refleja sobre la fachada del templo de San José y San Roque una cruz sombreada de igual simetría a la que se levanta en el rincón de las Descalzas. Como es apreciable, corresponde a la sombra de la cruz de manpostería que se proyecta en la pared del templo con una curiosa perspectiva.