Como cada 8 de septiembre la procesión de la patrona marcó una jornada en la que todo gira en torno al acto central que la cofradía dedica a su Titular, concluyendo así los tradicionales cultos de la Novena que preceden la salida procesional.
A las 12 del mediodía se desarrolló el acto litúrgico de la Función Principal de los cultos al que asistieron numerosas personas que llenaron las naves catedralicias del templo parroquial, presidio ya por la Virgen entronizada en su paso procesional. Autoridades y cofradías se sumaron a este culto y solemnizaron la jornada que tendría su punto álgido en las últimas horas de la tarde con la tradicional procesión.
Adornado el paso con las clásicas piñas de nardos que embellecen y desprenden su aroma al paso del trono, Santa María del Soterraño, recorrió las calles céntricas de la población precedida de un largo cortejo de fieles y representaciones cofrades que rinden así pleitesía a esta antiquísima imagen de la Virgen, proclamada patrona de la localidad. Protocolaria es también la asistencia de las representaciones civiles encabezadas por la Corporación Municipal que señala con su presencia la distinción de esta imagen.
El acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda Municipal de Música Sebastián Valero, dirigida por Luis Alberto Fernández, y la Tuna de Aguilar que en distintos momentos de la procesión saludo el paso de la virgen con cantos dedicados a esta advocación mariana.
Un espectáculo de cohetes y fuegos artificiales despidió la procesión poco antes de las once de la noche haciendo realidad, una vez más, la cita que desde hace más de 400 años Aguilar tiene con Soterraño.