Ante el grave problema que supone la plaga de palomos que invade muchas zonas de Aguilar, provocando daños en viviendas y edificios públicos, y ante la falta de iniciativas que den resultados positivos contra este mal, la imaginación de los ciudadanos para intentar ahuyentar a las denominadas “ratas volantes” es infinita. Hasta ahora hemos visto colgados en los balcones todo tipo de artilugios: DVD, molinillos de viento, banderitas, pinchos, etc.
Hace tiempo pudimos tomar esta curiosa fotografía de un águila de cerámica o piedra situada en un balcón: Desconocemos los motivos que llevó al dueño a sacar al simulacro de rapaz a la calle, pero si fue para asustar a los palomos debían darle un premio al ingenio, ya que pudimos observar que durante el rato que estuvo expuesto no hubo bicho que se acercara a la zona.