CALLE MERCADERES
Esta calle se alineó sobre la calzada del antiguo camino que partía del final del Moralejo Primero en dirección a la villa de Monturque. Aunque no podamos precisar la fecha exacta de construcción de las primeras casas, sí existen datos documentales que permiten situarla en un periodo histórico que abarca las primeras décadas del siglo XVI. Como prueba determinante hemos considerado la primera nomenclatura que tuvo la calle –Veracruz-, que la vincula al paraje de la primitiva ermita de esta advocación exitente junto al camino de Monturque.
Con el nombre de calle Veracruz se mantuvo durante todo el siglo XVI y primera mitad del XVII. Son numerosas las referencias a la misma que hemos hallado en los protocolos notariales de principios de dicha centuria:
…una casa en la calle de la Veracruz que alinda con Juan de Lorca y el camino que va a Monturque…..[1].
….los cuales ha reconocido deber por razón de arrendamiento de una casa en la calle de la Veracruz , linde con casas de Juan Martín y el cantillo de la dicha calle para vivir en ella un año…[2].
Estos datos permiten -además de constatar documentalmente la existencia de la calle Veracruz-, resaltar dos elementos geográficos relacionados con la misma, como eran el camino sobre el que se originó y el cantillo (esquina), que como conoceremos más adelante, acabaría dando nombre a la frontera occidental de la calle. Esta misma nomenclatura mantenía en 1630, año en el que por un acuerdo del Cabildo se ordenó la limpieza de lodo en las calles que constituían el eje central de la población:
Me dio por descargo 124 reales que por libranza de la Justicia y Regimiento de esta villa, pagó a Manuel Montero y Manuel Fernández, regidores en esta villa, por juntar el lodo de las calles Moralejo, Veracruz y el Carmen, Llano de la Coronada y Hospital[3].
En estas décadas se produjo el cambio de nomenclatura por el que pasó a denominarse calle Sardina Con este nombre aparece ya en el primer padrón de habitantes conservado, fechado en 1651[4]. Desconocemos la razón que pudo motivar tal variación, aunque debemos relacionarla con la desaparición de la antigua ermita de la Veracruz y la construcción en su solar y terrenos colindantes del convento de los Carmelitas.
Los padrones de habitantes de la segunda mitad del siglo XVII reflejan un número de vecinos que oscilaba entre los veintitrés de 1651 y los treinta y dos de 1695[5]. Todos ellos habitaban en un censo de casas que rondaba la veintena. En esos documentos se detecta el elemento que acabaría definiendo el carácter comercial que adquirió la calle por ese tiempo, determinante de su actual nomenclatura. Este elemento fue el alto número de comerciantes y mercaderes que se concentraron en la misma. En la segunda mitad del siglo XVII aparecen como únicos comercios establecidos en ella el sombrerero Cristóbal de Lucena[6] y el mercader Bartolomé Jiménez de Aranda[7].
Durante la primera mitad del siglo XVIII el número de vecinos se mantuvo en los parámetros de la centuria anterior, detectándose un incremento considerable en la diversidad de profesiones que ejercían dichos vecinos. En el siguiente cuadro reflejamos las más destacadas:
NOMBRE | OFICIO |
Alonso y Francisco Carrillo | Sangradores |
Andrés del Valle | Mozo Cerrajero |
Matías del Valle | Cerrajero |
Francisco Juan de Varo | Barbero y Sangrador |
Bartolomé de Varo Alhama | Capitán |
Joseph González | Tallista |
Cristóbal de Linares | Escribano |
Juan Montilla | Cirujano |
AMA. Padrón de Habitantes 1744. Leg. 208. Elaboración Propia
A través del padrón de renta de 1742, en el que se registran un total de veinticuatro vecinos declarantes en esta calle, hemos podido valorar el extracto social de los mismos, considerados, de forma generalizada, como clase media, existiendo también un grupo o elite que podemos calificar como hacendados. El siguiente cuadro refleja las personas o familias que declararon por encima de los cien reales:
NOMBRE | RENTA EN REALES |
Felipe Valverde | 900 |
Francisco Romero | 850 |
Alonso de Varo Carmona | 700 |
Andrés Díaz | 500 |
La viuda de Andrés del Valle | 400 |
Juan León Guerrero | 400 |
Cristóbal de la Cruz y Leiva | 350 |
Cristóbal Fernández Chaparro | 300 |
Juan Machado | 300 |
Bartolomé Marcelo | 200 |
Cristóbal Laguna | 200 |
Francisco José de Varo | 200 |
Juan de Palma | 200 |
Cristóbal de Linares | 200 |
Miguel Carrillo Laguna | 150 |
Alonso Rodríguez Solano | 150 |
AMA. Padrón de Renta de 1742. Leg. 1536. Elaboración Propia
En total eran dieciséis los vecinos que superan la citada cantidad, quedando los ocho restantes divididos en dos mitades: cuatro que declaran cien y otros cuatro cincuenta. Entre los primeros se censó al escultor y tallista Joseph González.
A partir de los datos padronales constrastados hemos verificado que a lo largo del siglo fueron varios los apellidos que se mantuvieron durante varias generaciones como vecinos de la calle, ejerciendo oficios o profesiones iguales o similares a sus ascendientes. Tal es el caso de los apellidos, Carrillo y Montilla, relacionados con la medicina; y los Varo y Linares con la Justicia y escribanías. El único vecino perteneciente a la nobleza local fue Alonso del Valle Chaparro, catalogado como hidalgo en el padrón de habitantes de 1783[8]. En 1789 se registra como vecino Juan de Torres -abuelo materno del Beato Nicolás Alberca-, quien ejerció los oficios de maestro de primeras letras y cabo de Milicias[9].
Como morador más notable en esta centuria -por su vinculación al campo de las artes-, debemos resaltar al escultor y tallista Joseph González, entre cuyas obras documentadas se encuentra el actual retablo del Cristo de la Salud[10]. Conocemos que el mismo aprendió el oficio en el taller de Francisco Ignacio de los Cobos, escultor y retablista sevillano que se avecindó en Aguilar durante la primera mitad del siglo XVIII y entre cuyos trabajos está identificado el retablo de la desaparecida ermita de la Antigua[11]. A la muerte de Francisco Ignacio quedó como oficial de taller Joseph Gonzáles, quien solicitó al Ayuntamiento las prerrogativas que había disfrutado su maestro como tallista local:
Biose en este Cabildo un pedimento presentado ante el señor corregidor por don Joseph Gonzáles, maestro de escultura y arquitectura, con una real previsión de su majestad y regidores de la Chancillería de Granada, despachada a favor de don Francisco Ignacio de los Cobos, maestro que fue de los mismos antes, en cuya virtud pide se le guarde los privilegios que dicha real previsión se mandan, acuerdo que en su obedecimiento la villa le dio en quince de septiembre del año pasado de mil setecientos cincuenta y seis, y visto decisión, sus mercedes , que mediante a ser notorio lo que el dicho don Joseph expresa, de ser tal maestro de escultura y arquitectura, obedeciendo como obedecen con el debido acatamiento el citado real despacho, en su observancia y cumplimiento se le conceden las excepciones de cargas personales concejiles que al dicho Francisco Ignacio le fueron acordadas en su virtud y el citado acuerdo de la villa, y de este se le de testimonio y así lo acordaron y firmaron[12].
Desconocemos si el obrador de Josepf González se encontraba situado en su propia vivienda. Si así fue, dicha casa lindaba a la anterior de la que hacía esquina a la calle del Carmen. El Catastro de Ensenada ofrece una completa información del número de vecinos a mediados del siglo XVIII, cifra que rondanba los veintitrés, así como de las casas que hacían frontera en las dos embocaduras: en la esquina del Moralejo Segundo se situaba la casa de Bartolomé de la Torre, y en la calle Lorca la de Cristóbal Varo Linares; la casa de Juan Mansilla hacía esquina a la calle del Carmen y la de María Carrillo con la del Moralejo Primero[13].
Durante las primeras décadas del siglo XIX los vecinos de la calle ofrecían un variopinto catálogo de oficios y profesiones, reflejando el carácter comercial que ya ostentaba este espacio urbano. Tenderos; carpinteros; albañiles; sangradores; penjareros; médicos; procuradores; etc., son algunos de los oficios que registra el padrón de habitantes de 1821[14]. También aparecen vecinos con profesiones vinculadas a la agricultura, en total: media docena de jornaleros; varios muleros; un labrador; y varios hortelanos. Entre éstos últimos se encontraba el joven Manuel Alberca, de 27 años, que tenía arrendada la huerta de Mariserrana por 1000 reales:
En 15 de enero otorgó escritura de arrendamiento de dicha huerta y con su seguida hipoteca una casa, calle Sardina, por la de abajo hace esquina a la calleja de Sirola, y por la de Arriba con la de Andrés Gómez[15].
Cuando se produjo este arrendamiento el citado hortelano -casado con María de Torres-, contaba con una nutrida descendencia, siendo el último de sus hijos Nicolás María que contaba con un año de edad. Este niño -nacido en la calle Sardina-, fue ordenado presbítero y vistió el hábito franciscano como misionero en Damasco donde fue martirizado, siendo elevado a los altares como Beato el 10 de octubre de 1926[16]. El dato describe que la casa que habitó en su niñez hacía esquina a la calleja de Sirola, correspondiente al pasaje que se abrió en la calle Sardina durante la primera década del siglo XIX como acceso a la Plaza de San José.
Lindante a esta calle se situaba uno de los espacios urbanos más populares del pueblo conocido, desde muy antiguo, como “los Cuatro Cantillos”. A mediados del siglo XIX hemos documentado uno de los empiedros que se realizan en este lugar concreto. En total se empedraron doce varas cuadradas a tres reales por vara, lo que equivalió a treinta y seis reales[17].
El padrón de 1870 especifica que la calle contaba con un total de ciento diez moradores habitando en casas cuya numeración abarcaba del 1 al 21 y del 2 al 30 [18]. En esos años se verifica el cuadro sinóptico justificativo de la iniciativa popular que promovió el cambio de nomenclatura que se efectuó algunos años después:
NÚMERO DE CASA | NOMBRE | OFICIO |
Nº 1 | Francisco Cantos | Comerciante |
Nº 5 | Francisco Alguacil | Comerciante |
Nº 7 | Rafael León Madueño | Platero – en Córdoba |
Nº 9 | Francisco Asís Castro – Antonio de Palma Jiménez | SastreConfitero |
Nº 15 | Rafael Llamas Rodríguez | Fabricante de jabón |
Nº 21 | Juan de la Cruz Castro | Confitero |
Nº 2 | Pedro García González | Labrador |
Nº 4 | Juan del ValleJosé María Montilla | LabradorGuarda Rural |
Nº 10 | Francisco del Valle Gómez | Labrador |
Nº 12 | Benigno Montes | Comerciante |
Nº 14 | Andrés del Pino Mora | Confitero |
Nº 16 | José Cosano González | Labrador |
Nº 18 | Juan Gutiérrez | Labrador |
Nº 20 | José Galisteo Mejías | Herrero |
Nº 22 | Antonio Criado Reina | Sangrador |
Nº 26 | Antonio Gálvez Carrillo | Estanquero |
Nº 30 | Manuel Cobos | Albañil |
AMA. Padrón de Habitantes 1870. Leg. 223. Elaboración Propia
Con esta información se señalan los comerciantes y oficios liberales que contaron con establecimiento propio en la calle, equivalentes a una cifra destacada en proporción al relativamente corto número de vecinos. Entre ellos resalta el elevado número de confiteros, oficio que debió implantarse en este lugar por esas décadas del siglo XIX, ya que no aparece en los padrones anteriores. Existe una cuestión logística -además de la de tratarse de una de las calles centrales de la población-, que justifica la alta concentración de comerciantes en la zona, como fue el que en ella se habilitase uno de los principales accesos al mercado de abastos de la Plaza San José a través de la calle Sirola.
Todos estos elementos determinaron la propuesta que firmada por la totalidad de los vecinos se elevó al Ayuntamiento el 30 de junio de 1879, solicitando el cambio de nomenclatura:
Dada cuenta de una instancia fecha 30 de junio próximo pasado, suscrita por 28 vecinos habitantes de la calle Sardina de esta población, en solicitud de que el nombre de referida calle sea sustituido por el de Mercaderes. El Ayuntamiento en consideración a que referida calle se haya habitada en su gran mayoría por personas que se deben a la industria del comercio, acuerda acceder a la petición de los interesados[19].
Rotulada ya como calle Mercaderes concluyó el siglo XIX, incrementando en esos años el número de comerciantes. Un extracto del padrón de habitantes de1885 permite apreciar esta evolución:
OFICIO | NÚMERO DE PERSONAS |
Propietarios | 9 |
Industriales | 2 |
Zapateros | 4 |
Farmacéutico | 1 |
Sastre | 1 |
Pintor | 1 |
Barbero | 1 |
Confitero | 1 |
Campo | 1 |
Comerciantes | 4 |
Albardero | 1 |
Matrona | 1 |
AMA. Padrón de Habitantes 1885. Leg. 226. Elaboración Propia
Uno de los hechos más destacables durante las primeras décadas del siglo XX fue un nuevo cambio de nomenclatura, cuya fecha exacta no hemos podido determinar, pero que debió coincidir con la primera década del nuevo siglo. Todo apunta a que fue en 1910 cuando el Ayuntamiento acordó sustituir conjuntamente el nombre de siete calles. El día 2 de abril de dicho año se encargaron los rótulos de los nuevos nombres a la fábrica sevillana “Sociedad Pizrma”[20]. El acuerdo recoge que la calle Monturque pasó a denominarse Jerónimo Palma. No hemos hallado documentación que pruebe dicho extremo, por lo que barajamos la hipótesis de que, bien se modificó el acuerdo inmediatamente, manteniéndose el cambio en las otras calles, o realmente lo que se produjo fue un error en la trascripción del acuerdo, y en vez de a la calle Monturque, realmente a la que se le asignó el nombre de Jerónimo Palma fue a la calle Mercaderes, en la que habitó durante los últimos años de su vida este ilustre personaje, cuya muerte aconteció el 10 de mayo de 1913[21].
Los datos conocidos de la década de 1920 permiten corroborar que aunque se le retiró la nomenclatura de Mercaderes, la calle mantuvo el caracter comercial que la diferenciaba del resto del callejero, tal como refleja, por ejemplo, el siguiente cuadro elaborado con los datos recogidos en el padrón de contribución industrial de 1926:
NOMBRE | Nº CASA | COMERCIO |
Fernando Prieto Moreno | Nº 2 | Ferretería |
Francisco Cosano Valle | Nº 16 | Tejidos |
José Cosano Delgado | Nº 30 | Tejidos |
Rafael Crespo Pérez | Nº | Tejidos |
Antonio Llamas Córdoba | Nº 5 | Café de 30 céntimos |
Juan León González | Nº 28 | Cacharros y loza ordinaria |
Antonio León López | Nº 5 | Corredor, granos y líquidos |
Gabriel Maldonado López | Nº 21 | Auto 12 H,P. |
Antonio Llamas Córdoba | Nº 5 | Mesa de villar |
Concepción Criado León | Nº 22 | 2 Máquinas géneros punto |
José Jiménez Carretero | Nº 4 | 1 Prensa hidráulica a mano |
Baldomero Luque Gálvez | Nº | 1 Prensa hidráulica a mano |
Andrés Llamas Cosano | Nº 7 | Sombrerero |
Gabriel Lucena Albalá | Nº 17 | Sastre |
Francisco León Serrano | Nº 28 | Sastre |
AMA. Padrón de Contribución Industrial 1926. Leg. 483. Elaboración Propia
Otros datos como los tomados de las actas capitulares manifiestan que durante esos años la casa número 21 acogió la escuela de párvulos que se mantuvo en dicho lugar durante varias décadas:
Se acordó ratificar el acuerdo de la comisión permanente en sesión del día treinta de Julio último referente a una instancia suscrita por Doña Rafaela Maldonado López como apoderada de su hermano Don Narciso en la que expone que la casa nº 21 de la calle Jerónimo Palma de esta población arrendada por este Ayuntamiento a su difunto padre con destino a escuela de párvulos es hoy propia de su referido hermano y habiendo terminado en 24 de junio último dicho contrato de arrendamiento propone la ampliación del mismo con la sola variante del importe de la renta que deberá elevarse a la suma de mil setecientas cincuenta pesetas……[22]
Además de las citadas escuelas, durante la década de 1920 estaban ya establecidos alguno de los comercios más tradicionales de la misma, entre los que destacaba la ferretería de “los Prietos” que ha perdurado hasta la actualidad. En años posteriores, y dentro del ciclo histórico de la primera mitad del siglo XX, algunos de esos comercios fueron regentados por nuevos propietarios o arrendadores. Los padrones de habitantes de 1933 y 1939 arrojan los siguientes comercios:
NOMBRE | NÚMERO DE CASA | COMERCIO |
Antonio Sotomayor Medrano | Nº 6 | Mercería |
José Mª Toro Albalá | Nº 20 | Mercería |
Ramón Rey Prieto | Nº 5 | Café de 30 céntimos |
José Gavilán Bravo | Bisutería en el portal | |
Diego Pérez Jiménez | Nº 3 | Farmacéutico |
Antonio Vérches Pérez | Nº 19 | Sastre |
AMA. Padrón de Contribución Industrial 1933. Leg. 483. Elaboración Propia
Durante la primera mitad del siglo son varios los vecinos y comerciantes que jugaron un destacado papel en la vida política local. Podemos citar a los republicanos Baldomero Luque Gálvez y José Jiménez Carretero. El último ostentó la alcaldía durante varios meses de 1931, al igual que Juan Prieto, que lo hizo durante varias semanas del mes de agosto de 1936[23]. Justo el día 26 de septiembre de ese año, en pleno fragor del inicio de la Guerra Civil, el Ayuntamiento presidido por Francisco José Tutón y Mena, acordó sustituir la nomenclatura del republicano Jerónimo Palma por la de General Franco, en clara laudatoria al militar que estaba liderando el golpe de Estado[24]. Posteriormente un nuevo acuerdo Municipal, fechado en 1944, rectificó el grado de general por el de generalísimo[25], título que tomó Franco en la Guerra Civil.
Durante más de cuatro décadas mantuvo esta nomenclatura, periodo en el que prevaleció su carácter comercial con tiendas que alcanzaron gran renombre entre los vecinos del pueblo, como la ya citada ferretería de “los Prietos”; la platería de las “Niñas de los Prietos”; La taberna de Tijeras o Manicomio; la confitería la Paloma; la imprenta Lucena, etc.
Superada la dictadura, y una vez constituidos los nuevos Ayuntamientos democráticos, las nomenclaturas franquistas desaparecieron del callejero, retornando al mismo los primitivos nombres de las calles. Así ocurrió en mayo de 1979[26] cuando se rotuló nuevamente a esta calle con el nombre de Mercaderes que mantiene en la actualidad. Durante el último tercio del siglo sufrió una importante transformación arquitectónica ocasionada por la sustitución de alguna de sus casas solariegas por modernos bloques de pisos. En ese tiempo se abrieron nuevos comercios que justifican plenamente la permanencia de su nomenclaura. Entre los nuevos comercios ha destacado la primera floristería abierta en Aguilar, regentada Francisco Espadas Alberca; el ya desaparecido estanco de José María Navarro León, la tienda de muebles de Alfonso Cañadillas; la popular heladería “los Valencianos”; la tienda de comestibles de Natalio Martín; y la Sede del Partido Comunista, que se instaló en la casa que fue morada del político republicano Baldomero Luque Galvez, etc.
NOMENCLATURAS
CALLE VERACRUZ: la transformación y urbanización del antiguo camino que partía del final del Moralejo Primero hacia la villa de Monturque debió coincidir con el hecho histórico de la construcción de la ermita de la Veracruz, cercana a dicho camino, en los años centrales del siglo XVI. Esto justifica que la primera nomenclatura que tomó la nueva calle fuese la de la ermita, y que ésta se mantubira hasta las primeras décadas del siglo XVII en las que desapareció la ermita al construirse en su solar el convento de los Carmelitas Descalzos.
CALLE SARDINA: nada se conocía hasta ahora sobre el origen de esta enigmática nomenclatura, que algunos eruditos locales atribuían a la existencia en esta calle de algún comercio relacionado con la venta de pescado. Por los datos hallados podemos considerar que esta denominación comenzó a utilizarse durante el primer terció del siglo XVII, tras desaparecer la nomenclatura de Veracruz. Como hipótesis planteamos que la asignación de este nombre tuvo un procedimiento común a las restantes calles del pueblo, como fue el denominarlas con el segundo apellido de alguno de los vecinos o familias destacadas que habitaron en ellas.
Como elemento documental que avala dicha hipótesis transcribimos un protocolo notarial que prueba la vecindad en la calle Veracruz de personas con el apellido Sardina, del que sin duda pudo derivar la citada nomenclatura:
En la villa de Aguilar en diez días del mes de mayo de mil seiscientos y cinco años. Pedro de Arjona vecino de esta dicha villa se obliga a pagar a Juan Manuel de Afán, vecino de esta villa, por justo precio de ocho ducados de almoneda, por una casa en esta villa en la calle de la Veracruz, linde con casas de Lucas Alonso Sardina, por tiempo de un año que cumple el día de san Juan[27].
CALLE MERCADERES: como hemos probado documentalmente este nombre se originó por iniciativa popular en el último tercio del siglo XIX, solicitándolo al Ayuntamiento los vecinos en aras a resaltar el elevado número de vendedores o mercaderes que tenían establecidos comercios en la calle. Todo indica que este carisma comercial lo adquirió a raíz de construirse la Plaza de San José y ubicarse en ella el mercado de abastos, ordenándose uno los accesos a la misma desde la calle Sardina por el Cuestón de Sirola.
CALLE JERÓNIMO PALMA: aunque fue la primera calle que ostentó dicho nombre, los datos biográficos de este personaje los hemos recogido en la calle que actualmente exhibe dicha nomenclatura.
CALLE GENERALÍSIMO FRANCO: Francisco Franco Bahamonde nació en el Ferrol, la Coruña, en 1892, murió en Madrid en 1975. Una brillante carrera militar le permitió alcanzar el grado de general a temprana edad. Fue director de la Academia Militar de Zaragoza hasta su clausura por la República en 1931. En 1935 Gil Robles, ministro de la Guerra, le nombró jefe del Alto Estado Mayor. En 1936 recibió el mando de la región militar de Canarias, de donde se sumó al golpe militar del 18 de julio de 1936. El 1 de octubre fue nombrado generalísimo de los ejércitos y jefe del Estado
[1]AHPC. Oficio 1, Fernando de Herrera, 1607, Sig. 6043.
[2] Ibidem. 1612, Sig. 6046.
[3]AMA. Acta Capitular 2 junio 1630, Leg. 87.
[4] AMA. Padrón de Habitantes 1651, Leg. 208.
[5] Ibidem. 1695, Leg. 208.
[6] Ibidem. 1663, Leg. 208.
[7] Ibidem. 1690, Leg. 208.
[8] Ibidem. 1783, Leg. 209.
[9] Ibidem. 1789, Leg. 209.
[10] MAESTRE BALLESTEROS, Antonio. “El Retablo del Cristo de la Salud, su autoría y construcción”. Sayones nº 4 octubre 1998, p, 54 -55. Agrupación de Cofradías de Aguilar de la Frontera.
[11] MAESTRE BALLESTEROS, Antonio. “Dos escultores en la villa de Aguilar durante el siglo XVIII: D. Joseph Gonzáles y Francisco Ignacio de los Cobos”. Sayones nº II abril 1998, p, 101. Agrupación de Cofradías de Aguilar de la Frontera.
[12] Ibidem.
[13] AMA. Catastro de Ensenada – seglares, Leg. 393.
[14] AMA. Padrón de Habitantes 1821, Leg. 210.
[15] AMA. Cuenta de Propios 1831, Leg. 386.
[16] PALMA VARO, José. Apuntes para …, p. 412.
[17] AMA. Cuentas de Propios 1865, Leg. 1480.
[18] AMA. Padrón de Habitantes 1870, Leg. 223.
[19] AMA. Acta Capitular 24 julio 1979, Leg. 136.
[20] Ibidem. 2 abril 1910, Leg. 142.
[21] Ibidem. 10 mayo 1913, Leg. 142.
[22] Ibidem. 31 de agosto 1927, Leg. 146.
[23] MAESTRE BALLESTEROS, Antonio –IGEÑO LUQUE, Diego. Alcaldes y Vida ….,
[24] AMA. Acta Capitular 26 de Septiembre 1936, Leg. 147
[25] AMA. Relación de Variación de los nombre(……..) Correspondencia 1944. Leg, 789
[26] AMA. Acta Capitular 25 mayo 1979, Leg. 151.
[27] AHPC. Oficio 1, Fernando de Herrera 1605. Sig. 6046.