Con esta fotografía nos remontamos a los difíciles años cuarenta del pasado siglo XX, tiempos de posguerra en los que sufrió con especial virulencia la población la escasez del racionamiento impuesto por el sistema autárquico de la dictadura que, unido a las sequias que se sufrieron, y la escases de trabajo y alimentos, condujo a la miseria y el hambre a la mayoría de las familias jornaleras de la localidad.
El anónimo fotógrafo se situó en los “Cuatro Cantillos” para tomar esta bella panorámica de la calle Lorca. En la esquina izquierda se identifica la puerta de acceso a la farmacia de Don Juan Jurado, y en el fondo la arboleda del Llano de la Cruz. Resulta curioso el transito de numerosas personas por la calzada de la calle que en aquel tiempo aun mantenía el empedrado antiguo.
La arquitectura popular de las casas, las mujeres acarreando agua con los cantaros al cuadril, el mulero, los niños, las mujeres mayores con las típicas tocas negras…, le otorgan a esta fotografía cierto aire de romanticismo por un tiempo pasado que no fue muy halagüeño, aunque los mayores lo puedan recordar con la nostalgia de haberlo vivido en sus años de mocedad.