Entre las fuentes más antiguas e importantes para Aguilar a lo largo de los siglos se encuentra la denominada del Aceituno, situada en el paraje nombrado en los legajos antiguos como el Aceitunero, de donde pudo tomar su nombre la fuente. Esta aparece ya reflejada en los protocolos notariales del 1502, pero su antigüedad se puede remontar incluso al periodo Romano ya que han aparecido elementos de esta época de la historia en la galería que canaliza el nacimiento del venero.
Se han hallado referencia documentales que prueban la existencia de una fuente denominada del Aceituno Viejo, lo que hace pensar que existió otra anterior a la actual y en una ubicación que podría variar algo a la tiene actualmente. La que ha llegado hasta nuestros días se construyó nueva en 1723. En 1771 el Cabildo municipal sacó a almoneda las tres fanegas de tierra lindantes al derramadero de la fuente, que pertenecían al Caudal de Propios, para convertirlas en huerta.
Bruno de Osuna fue el primer hortelano que labró la huerta y así se mantuvo hasta finales de la década de los años setenta del siglo XX en que la cultivaba el matrimonio de Francisco Lastre y Carmen Delgado (oriundos de La Vereda de Cerro Macho, Montilla) que fueron los últimos hortelanos junto a sus hijos. En esta fotografía se muestran posando junto a la fuente en la década central del pasado siglo.