La fotografía es un elemento clave para la memoria colectiva, transciende el interés individual y se construye como restos de un pasado, como recuerdos visuales de una memoria compartida. Podemos hablar de una memoria visual colectiva, que pertenece a toda la ciudadanía en base a experiencias o espacios comunes compartidos.
En la memoria colectiva de los aguilarenses subyacen las imágenes de los elementos y espacios patrimoniales que jalonan el casco urbano y que le otorgan el carácter monumental por el que es reconocido. Entre ellos se identifica el popular campanario del Soterraño, edificado en el primer tercio del siglo XVI sobre la base de uno de los torreones de acceso al recinto fortificado del Castillo.
Una brillante Luna llena se eleva sobre las tejas del campanario y activa nuestra memoria haciéndonos pensar y reflexionar del entorno, sus objetos y los acontecimientos que allí sucedieron a lo largo de la historia.