Cada generación vive de una manera diferente. Según la época en la que naciste, viviste experiencias maravillosas y tal vez otras no tan buenas que también te marcan y te definen. Lo mismo dirán las personas de la generación posterior a la tuya.
Cuando se tomó esta sugestiva fotografía era Viernes Santo de principios de los años sesenta del pasado siglo XX. En ella se compendia el desfile procesional de la mañana de ese día al contemplarse varios hermanos vistiendo el habito nazareno y otro el de la Virgen de la Amargura, intercalados entre dos romanos y un joven músico, lo que pone de manifiesto el acompañamiento musical que llevaban las dos cofradías en esos tiempos.
Para los que pertenecen a la generación nacida en aquella década le será fácil identificar el lugar de ubicación de la foto, pues, aunque no recuerden el nombre del comercio que se divisa como fondo, si es reconocible la “moderna zapatería” que hacía esquina entre la Plaza del Marqués de Senda Blanca (Llano Bajo) y la calle Pintada.
Lo que une a todas las generaciones es la infancia como un momento poderoso, lleno de aprendizajes y recuerdos en los que la familia, los sueños, los amigos, el colegio y la imaginación tuvieron un papel esencial. Qué duda cabe que momentos como los que muestra esta imagen nos hicieron ser como somos hoy.