Uno de los caracteres que definen a los mentirosos patológicos es que falsean la realidad como vía de escape, para obtener atención e incluso admiración, y entran en un círculo vicioso que les acaba dejando solos en el laberinto de sus mentiras.
No es nada novedoso que Antonio Zurera, portavoz de UPOA en el Ayuntamiento de Aguilar, utilice de forma reiterada el calificativo de mentiroso para aludir a los alcaldes y alcaldesas – de distinto signo político- que han gobernado el pueblo, incluso para los portavoces de otros partidos situados en la Oposición.
Aunque, eso sí, siempre lo ha hecho y hace con mayor afrenta, si cabe, cuando el regidor que ostenta la máxima representación municipal pertenece a Izquierda Unida. Con ese historial, era más que previsible que en la actual legislatura el portavoz de UPOA practicara su modus operandi, reiterado durante las tres décadas que lleva de concejal, y día sí y día también, haga lo que haga Carmen Flores, Antonio Zurera la llame mentirosa.
Zurera deformar la realidad para intentar cautivar a quien le oye, y sin el mayor reparo construye un relato de la historia que le sirve para intentar obtener la atención, respeto y hasta admiración de quien lo escucha, eso sí, hasta que es descubierto porque el oyente llega a conocer la versión real de los hechos.
A pesar de que el mitómano hace todo lo posible por no ser desenmascarado, cuando esto sucede y se comprueba la naturaleza falsa de sus historias, el mitómano obtiene el efecto contrario al deseado, es decir, sus conocidos y amistades tienden a rechazarlo y a aislarle al sentirse engañados. Algo así le está ocurriendo al portavoz de UPOA, que cada día está más atrapado en sus mentiras.
Todos estamos expuestos a caer en el círculo de la mentira, como víctimas… o como mentirosos. Por eso Antonio Zurera hace bueno el dicho aquel de que: “Lo que habla Juan de Pedro dice más de Juan que de Pedro”.