
Hoy en día es una de las bodegas más conocidas de la zona Montilla- Moriles, regentada por uno de los aguilarenses más notables de nuestra historia reciente, Antonio Sánchez Romero, quien hereda la bodega fundada en 1922 por José Mª Toro Albalá y su esposa Carmen Sánchez Conde, erigida en el “Lagar Ntra. Sra. del Carmen”, una antigua Central Eléctrica de Aguilar, que con el paso de los años pasaría a denominarse Bodegas Toro Albalá.
En la actualidad se conserva el edificio antiguo de la eléctrica, reconvertido en bodega, situado junto al antiguo “Ventorrillo el Cojo”, y en el sobresale la arboleda del antiguo jardín que, tal como muestra esta bonita fotografía, responde a un cuidado y bello diseño.
En sus comienzos la bodega inicia, hacia 1844 las ventas de fino a granel, en 1922 las de fino en garrafas, en 1970 comienza con el embotellado del fino y en 1992 se incrementa el vino joven afrutado. La expresión que se quiere dar a los vinos de Toro Albalá es solo de confianza en la calidad, seriedad y prestigio.
