
Aunque no lo parezca, esta espectacular imagen de la Torre del Reloj emergiendo sobre la planicie del Castillo con el fondo de un cerro de olivos se puede ver desde uno de los rincones de las ruinas de las murallas, concretamente desde el lugar donde se ubicaba la puerta de acceso a la fortaleza.
Claro está que ha sido la habilidad de un aficionado a la fotografía quien ha conseguido esta colosal perspectiva, cargada de fantasía, ya que, además de inédita, traza una visión del monumento que parece imposible. El verdor de la vieja acacia que se sitúa en primer término completa y enaltece la escena al otorgarle vida y color al paisaje.
Eran horas tempranas de la mañana y los rayos del sol se acunaban sobre el verde olivar proyectando la sombra del solitario árbol sobre el camino que conduce los pasos perdidos de los visitantes que acuden a conocer el recinto arqueológico.