Son estos días jornadas de obligada visita al Cementerio para recordar a familiares y amigos que ya partieron, y también para conocer algunas curiosidades que se pueden ver o contemplar en el Campo Santo de Aguilar. Una de ellas, es esta curiosa placa marmórea existente en uno de los primeros nichos que se fabricaron en el Cerro San Cristóbal, allá por 1929, que fue el año en que se inauguró la actual necrópolis.
Llama la atención la artística decoración que embellece la plancha de mármol, y sobre todo, el singular epitafio que aparece tallado. Por los apellidos de la difunta podemos asegurar que se trata de una persona perteneciente a los linajes más esclarecidos del pueblo, como fue el de los Valle Chaparro, tratándose de una mujer que falleció joven, con 31 años, datándose la muerte en 1881, lo que indica que fue enterrada primeramente en el Cementerio de San Antón, y posteriormente, a partir de 1929, trasladados sus resto hasta el nuevo cementerio.