En la biografía de Vicente Núñez son incontables los nombres de amigos que venían a visitarlo hasta Aguilar de la Frontera; pero no son menos los aguilarenses que compartieron su amistad, pues, el poeta hizo de Aguilar (Ipagro, Poley) el centro de su existencia y de sus palabras, compartidas con todos los que gozaron de sus conversaciones lúcidas y mágicas.
Entre ellos, estuvo Ricardo Lamas León, quien, pasado el tiempo, ha sido el autor de la escultura en bronce que desde ayer perpetua la memoria y la obra del trovador aguilarense en el marco incomparable de la Plaza Ochavada. Una fotografía tomada en la taberna del Tuta (como no podría ser de otra forma), hace más de cuatro décadas, testimonia la amistad que unía a los dos artistas de la localidad. Con ellos, aparece Ramona Zurera Maestre, quien tuvo el honor también de compartir momentos inolvidables con Vicente.