
En los atardeceres, en la ribera del río Cabra junto a las antiguas salinas del arroyo salado, la colonia de cigüeñas que habitan en el centro de recepción de residuos y complejo medioambiental de Montalbán, despiden al día desde los muros y terrazas que fueron saladares ya en desuso.
Su contemplación al pasar por este lugar nos recuerda de que esta ave representa el buen augurio, es un símbolo de fertilidad y nacimiento, de respeto y amor de los hijos hacía sus padres.
Son consideradas anti satánicas por el simple hecho de que se alimentan de serpientes, por esto, es considerada un ave enemiga del mal, puesto que la serpiente se relaciona con el anticristo y lo satánico.
La postura de la cigüeña apoyada en una sola pata, como el flamenco, evoca el simbolismo de la contemplación y la concentración.
