El segundo de los personajes que traemos a esta sección es José Estrada y Estrada, abogado y político, el único de los aguilarenses que ha alcanzado la dignidad ministerial.
Nació en nuestro pueblo el 31 de enero de 1874. Su padre, Ángel Estrada Velasco, natural de Bujalance, fue juez de primera instancia en Aguilar. Su madre, María Teresa Estrada Pírez, era hija del pontanés Eduardo Estrada y Parejo quien, entre otros cargos, ostentó el de diputado en Cortes por el distrito de Montilla y gobernador de Filipinas y Málaga.
Tras pasar los años de su infancia y primera juventud en Aguilar, en la casa de su abuelo Eduardo en la calle Arrabal 13, se traslada a la capital de la Costa del Sol, donde fijará su residencia para el resto de su vida.
José Estrada cursa, como alumno libre, los estudios de Derecho en la Universidad de Granada. Él mismo nos relató esos años: concluí yo mi carrera, como la empecé, en medio de especial modestia: que no daba de sí otra cosa la situación económica de mis buenos padres.
En los primeros años del siglo XX, se casa con Luisa Segalerva y abre en Málaga un modesto bufete de abogado en el que se enfrentó a unas cuantas causas criminales que llegaban por endoso, y cuyas defensas me dieron más ruidos que nueces. Posteriormente, se convertirá en un prestigioso letrado. Tal era su pericia que, durante mucho tiempo, circuló el siguiente dicho: mata al Rey, vete a Málaga y que te defienda Estrada.
Pronto se despierta en José Estrada el interés por la política. Se afilia al Partido Conservador, convirtiéndose en discípulo de Francisco Bergamín y siendo durante muchos años presidente del Círculo Conservador malagueño. Da comienzo, así, un cursus honorum que le llevará a convertirse en concejal de la corporación malacitana, diputado provincial y, finalmente, diputado en Cortes, por los distritos de Málaga y Ronda ininterrumpidamente desde 1914 hasta 1923.
A finales de 1919 recibirá su primer nombramiento en la administración del Estado: director general de Agricultura, Minas y Montes. Tres años más tarde será designado delegado regio de Pósitos y en 1923 subsecretario de Hacienda, puesto del que no llegó a posesionarse a causa de la caída de los conservadores.
Tras varios años de ostracismo, debido a la Dictadura de Primo de Rivera, a la que siempre se opuso, su carrera política llega a su momento cumbre tras el nombramiento del general Dámaso Berenguer como jefe del ejecutivo en enero de 1930. Efectivamente, el 30 de ese mes, el aguilarense será investido como ministro de Justicia y Culto.
Más tarde, el 2 de abril de 1930, el consejo de ministros otorga a Estrada la Gran Cruz del Mérito Naval por haber desempeñado durante diecinueve años, de forma totalmente gratuita, el cargo de asesor jurídico del departamento marítimo.
El 25 de septiembre de 1930, se celebra en el ayuntamiento de Aguilar una sesión extraordinaria motivada por una instancia de José Carrillo y Asunción Aparicio por la que se solicita declarar a José Estrada hijo predilecto y preeminente de la localidad, poner su nombre a la Placilla Vieja(finalmente se le pondrá a la calle La Tercia) y colocar una lápida conmemorativa en la casa donde nació, lo que finalmente se hará, con la presencia del homenajeado, el 19 de marzo de 1935.
El 26 de noviembre de 1930 se pondrá al frente del ministerio de Fomento. Durante esta etapa, centrarán su atención la grave crisis obrera que se vive en Andalucía, las confederaciones hidrográficas y las demandas de los trabajadores de los ferrocarriles.
Finalmente, en un ambiente de crisis, a mediados de febrero de 1931 se produce la caída del gobierno Berenguer con la consiguiente salida de Estrada del ejecutivo.
Una vez finalizado su paso por la Corte, Estrada regresa a la ciudad de Málaga, donde el 9 de abril es nombrado hijo adoptivo.
El advenimiento del régimen republicano es acogido con sobresalto por nuestro biografiado que, en un primer momento, abandona su residencia. Sin embargo, pronto regresará y continuará con su marcada presencia en la vida local. Así, por ejemplo, será decano del Ilustre Colegio de Abogados y presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo.
José Estrada y Estrada fue asesinado en Málaga el 20 de septiembre de 1936 en una multitudinaria saca en la que mueren, al menos, 47 personas más.
Actualmente, una calle de la nueva urbanización del Cerro lleva su nombre.
Diego Igeño Luque