Estampa clásica de una barbería de pueblo de mediados del siglo XX. En primer término el joven Antonio Fernández Bonilla «el Mellizo», inaugurando la primera barbería que regentó en la calle Ancha, tras independizarse del que fue su maestro, Antonio Jiménez Jiménez, «el Pelao». En el sillón de trabajo se sienta Manuel Reina «el de Zoña», y al fondo aparece en la faena de afeitar el niño Rafael Palo García, primer discípulo al que enseñó «el Mellizo». A principios de la década de 1970 Antonio Fernández abrió nueva barbería en el Llano de la Cruz, donde se mantuvo trabajando hasta alcanzar la jubilación en el año 2006.
Antonio maestre Ballesteros