Justicia, pan, trabajo y libertad

Estamos viviendo una guerra de clases Justicia, pan, trabajo y libertad Es hora de unir a todos los movimientos contra el recorte de la libertad, contra los que nos niegan un trabajo digno y salario suficiente, contra los que nos limitan el acceso a los servicios públicos.

El gobierno del Partido Popular ha puesto en marcha dos iniciativas que, aunque parezca que no, tienen entre sí una estrecha conexión. Por un lado la de la “España Virtual”, que ya hemos denunciado en Mundo Obrero, que no es otra que la campaña de marketing de los poderes económico, mediático, político actual y que, conjuntamente con la corona, están porfiando la salida de la crisis para el año que viene, asiéndose al más ínfimo dato que convertir en favorable, y que como ha demostrado el CIS no se la cree nadie, puesto que la población sólo percibe los recortes en salarios, derechos y libertades; también el aumento de la pobreza y de la desesperación.

Pero para que esta campaña tenga su éxito, interna y externamente, tienen que hacer callar la protesta y generar la desmovilización mediante el miedo y en esas están: la reforma del Código Penal, en trámite, y la actual modificación de la Ley de Seguridad Ciudadana, vienen a poner el punto de apoyo en la línea de mentira y manipulación de esta derecha arcaica, reaccionaria en la que va ascendiendo su tinte franquista.

Medidas éstas que se están haciendo a golpe de titular de medios de comunicación y contra los movimientos más concienciados y que luchan para que la crisis no la paguen las clases populares y la mayoría social trabajadora. Fruto también del miedo que a esta derecha cobarde le invade cuando el pueblo ejercita sus derechos y en libertad se rebela contra quien sigue los dictados de instituciones no elegidas democráticamente para cargar el peso de la crisis contra los más desfavorecidos y la clase trabajadora con una profunda carga de ideología neofascista.

La medidas que quieren implantar atacan a los movimientos por el derecho a la vivienda, a las organizaciones de trabajadores, a los que defienden los servicios públicos, a una sanidad y educación de calidad y para todos, al acceso a la justicia, los que reivindican un modelo democrático diferente y participativo, a los republicanos, a las mujeres en lucha por su derechos, y a los jóvenes que lo hacen por un futuro digno, a quienes en definitiva osen levantar la voz contra el actual sistema bipartidista monárquico y conservador.

Es posible que existan sectores que entiendan que no va con ellos, que estas leyes no les afectan, pero cabría recordar el final del famoso poema: “ahora vienen a por mi pero ya es tarde”. Pues estas medidas se toman en un marco en el que aunque se dice que la “cosa va bien” la Troika pide más esfuerzos, lo que se traduce en más recortes, en más sufrimiento a la población española. Estas medidas afectan al conjunto de la población en la medida que se recortan las exiguas libertades que en la actualidad disfrutamos.

Lo que estamos viviendo es una guerra de clases y de poder, eso lo tenemos que hacer comprender a quienes piensan que no va con ellos, puesto que nunca serán beneficiarios de ese poder, puesto que lo quieren para sí, los mismos de siempre, aquellos que en la etapa de bonanza y en la crisis se han enriquecido y que no quieren perder su estatus.

Es hora de unir a todos los movimientos contra el recorte de la libertad, contra los que nos niegan un trabajo digno y salario suficiente, contra los que nos limitan el acceso a los servicios públicos, contra aquellos que quieren convertir la justicia social en caridad.

Es hora de dar una respuesta contundente poniendo en valor el poder ciudadano junto al grito de JUSTICA, PAN, TRABAJO Y LIBERTAD.
No caben más demoras.

Ginés Fernández González

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