La cata abierta a puesto fin a Semavin 2015. Teatro, viajes, exposiciones, concierto, visitas guiadas, catas dirigidas…….. etc., han determinado los contenidos de un programa de actos muy similar al de años anteriores. La respuesta del público ha sido igual o equivalente a la de otras ediciones. Pero realmente ¿para qué sirve Semavin?. Podemos convenir que responde más a una semana cultural que a otra cosa. Una programación escueta y nada atractiva si lo que se pretende es despertar el interés por la visita a nuestro pueblo. Si ese es el principal objetivo de Semavin, qué duda cabe que el resultado es un gran fracaso.
Como evento cultural local podría pasar, aunque hay pueblos de mucha menor entidad poblacional y monumental que Aguilar que ofertan programaciones mucho más interesantes y de mayor nivel. Ejemplos existen tantos como valorar lo que se hace en la comarca o provincia: Las jornadas del ajo y el melón de Montalbán, la feria del queso de Zuheros, la feria artesanal Ars Olea de Castro del Río, la feria del Jamón de Villanueva, la feria Agroalimentaria de Fernán Núñez, y así podríamos enumerar un largo etcétera de actividades que forjan un substancial rédito económico y promocional a esos pueblos.
En cada uno de ellos se aportan cifras de visitantes que se cuentan por miles. En Semevin no hace falta porque esta estadística no abarcaría más allá de los cuatro amigos, generalmente políticos afines, que invita la organización. No se valora el negocio económico que se deriva del evento, porque si se hace solo se circunscribiría a la venta de algunas arrobas de vino. Carece además del plusvalía añadido de la promoción de los productos singulares de la localidad, tal como ocurre en la mayoría de los pueblos antes reseñados.
Si evaluamos el interés turístico que generan las actividades de Semavin más allá de las fronteras locales convendremos en que es prácticamente nula., La repercusión en la prensa es escasísima y pagada por el Ayuntamiento, lo que da idea del poco entusiasmo que despierta el evento fuera del ámbito de la localidad. Mientras no admitamos que Semavin es una actividad de dudoso interés para la promoción del pueblo estaremos lejos de mejorar o apostar por otros proyectos más atractivos y originales que Aguilar merece y necesita. Propuestas originales que nos diferencien de lo que ya hace Montilla y Moriles mejor que nosotros. Si nos empeñamos en centrar la imagen de Aguilar en el enoturismo, por mucho que nos obliguemos estamos avocados al fracaso, ya que no hay proyectos de viabilidad en esta materia sin dimensión comarcal.
Aguilar tiene la riqueza suficiente para elaborar un producto turístico-cultural mucho más ambicioso y significativo que Semavin. Lo demostró con la Cata Popular o la Media Luna, y acertó con la Feria de Muestras, sin duda uno de los proyectos de mayor repercusión creado por los Socialistas y que la incompetencia de estos avocaron al fracaso..