Cuando se tomó esta histórica fotografía era domingo 23 de diciembre de 1917, y a eso de la media mañana había llegado a Aguilar el senador José Gómez Ocaña, quien fue en medio de un entusiasta recibimiento acogido por las autoridades locales y cientos de personas que le saludaron y aclamaron con gritos y vítores en el Paseo de las Coronadas, entre las que se encontraba José Aparicio Aparicio, uno delos personajes más relevantes de ese periodo en Aguilar que aparece a la derecha de Gómez Ocaña y el alcalde Leoncio Mejías Carmona que está a la izquierda.

El objeto en esta ocasión de su visita a Aguilar no era otro que asistir al homenaje que este pueblo le brindaba en medio de la animación y el fervor popular para demostrarle el gran cariño y la simpatía que le profesaban por haber pasado aquí entre sus calles y sus gentes una parte muy importante de su infancia.

En la calle Nicolás Alberca, antigua Pintada, que desde ese mismo día pasaría a denominarse calle de José Gómez Ocaña, se celebró un solemne acto que consistió en descubrir una placa colocada en la fachada de la casa donde vivió el ilustre doctor para perpetuar con este acto su recuerdo permanente. La placa de mármol blanco porta la siguiente inscripción:

“En esta casa vivió el eminente fisiólogo, cervantista, ilustre catedrático, académico y senador don José Gómez Ocaña. Homenaje del pueblo de Aguilar. Diciembre MCMXVII.” 

En medio de una feroz lluvia, que no deslució en absoluto el acto de homenaje, las distintas personalidades políticas, distintas autoridades, amigos y conocidos del doctor, se mezclaban con un enorme gentío que derrochó la animación y el entusiasmo propio que el acto merecía.

En honor del doctor, se pronunciaron distintos discursos que enaltecían sus méritos. Tomaron para ello la palabra los doctores Cabello y Paniagua para resaltar la enorme personalidad científica del ilustre médico. Seguidamente el doctor Ocaña, tomó la palabra para agradecer al pueblo de Aguilar el homenaje recibido y pronunciando un elocuente discurso expreso el gran cariño que el pueblo de Aguilar le merecía.           

Desde allí la comitiva se dirigió al Casino Aguilarense donde se le agasajó al homenajeado con un exuberante banquete al que asistieron 270 comensales distinguiéndose entre las mismas las autoridades y personalidades más distinguidas de la localidad.

 Después del banquete, su buen amigo, hacendado y exdiputado a Cortes Juan de Burgos Luque le obsequió con una gira por su magnífico llagar Benavides Burgos en Los Moriles donde se producía el famoso vino que esta bodega exportó a medio mundo.     

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