
Esta tarde se ha inaugurado en el Molino del Duque la exposición “Mi Primera Comunión” organizada por la concejalía de Participación Ciudadana y el Archivo Histórico Municipal. La concejala Josefina Avilés y el archivero Diego Igeño idearon el tema expositivo y, tras un laborioso trabajo para reunir el centenar de fotografías que componen la muestra, han conseguido plasmar en imágenes la evolución en las formas, costumbres y maneras de una celebración familiar que es recordada con nostalgia pasados los años.

Del recorrido por la exposición permite visualizar cómo el rito religioso se ha mantenido, pero variando las formas y modas que se han dado a lo largo del pasado siglo XX. Además de las fotografías, vestidos de distintas épocas, estampitas, libros, limosneras, coronas, lazos, etc., completan esta muestra.
Numeroso público ha asistido al acto inaugural, en el que han intervenido Josefina Avilés, la diputada provincial, Auxiliadora Moreno y la alcaldesa, Carmen Flores. Las salas expositivas del histórico edificio se han visto muy concurridas de gente que han elogiado la exposición por su contenido y también el atrezo que la adorna. Como complemento del acto y rememorando las antiguas comuniones los asistentes han podido degustar un chocolates con isabelas.

A través de un recorrido por imágenes y objetos que abarcan más de un siglo, la muestra pone en valor la evolución de esta celebración desde una perspectiva social, estética e histórica, dividida en distintas secciones:
– Retratos de estudio: Fotografías que capturan uno de los primeros encuentros de los niños y niñas con la fotografía profesional.
– Iglesia: Imágenes del rito religioso que permiten redescubrir rincones de nuestros templos y recordar a sacerdotes que marcaron época.
– Grupos: Niños y niñas fotografiados en lugares emblemáticos como el desaparecido colegio de La Milagrosa.
– Celebraciones: Desde los austeros convites hasta los desfiles procesionales del Corpus, se documentan costumbres hoy transformadas.
– Recordatorios y estampitas: Una colección que se remonta a la década de 1920, con tarjetas simbólicas que se entregaban a familiares y amigos.

