
El escándalo estalla en Andalucía: el Gobierno de Moreno Bonilla admite que 2.000 mujeres con posibles diagnósticos de cáncer de mama llevan meses, incluso años, esperando revisión clínica.
El Servicio Andaluz de Salud debía revisarlas a los 6 meses. Muchas han esperado 1 o 2 años. Algunas se enfrentaron a mastectomías dobles tras descubrir demasiado tarde su tumor.
La consejera de Salud llegó a decirles: “No veáis el vaso medio vacío”. Una frase que ya simboliza la deshumanización de la gestión sanitaria.
La asociación Amama denuncia que la Junta sabía lo que ocurría desde hace años. La Fiscalía investiga. Las afectadas valoran una demanda colectiva.
La tormenta política arrasa a Moreno: oposición, sindicatos e incluso Vox piden dimisiones. Facua lo califica como el mayor escándalo sanitario en democracia.
Mientras tanto, el presidente presume de inauguraciones y promete “no tirar por el suelo la sanidad andaluza”. Pero la realidad es implacable: 2.000 mujeres olvidadas esperan una llamada que puede decidir su vida.



