CALLE SILERA
El orígen de esta calle se encuadra en el proceso de urbanización del primitivo Cerrillo de la Cruz a mediados del siglo XVIII. Con anterioridad, en el siglo XVI, se documentan varios caminos o servidumbres que comunicaban la calle Moralejo con la ermita de la Veracruz y posterior convento de los Carmelitas. Estos caminos se mantuvieron y consolidaron a partir de las primeras décadas del siglo XVII, a raíz de ubicarse en lo más alto del citado cerro los silos públicos y casa de la Silera. Dichas construcciones sirvieron de alineación a las calles que se establecieron en este paraje a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, tal como recoge el documento que acredita el inicio de demarcación de la calle Desamparados:
Azisclo de los Reyes, Juan de Lucena, Juan Jiménez y Nicolás de Luque, vecinos de esta villa, Ante V. S. con todo rendimiento decimos que el sitio que llaman de la Silera, intramuros de ella, que se compone de diferentes tajones de tierra de varios vecinos, con los caminos y desembarque para la comunicación del pueblo, los dos a la calle del Moralejo, otro a la calle Carrera, y el otro a la calle del Carmen….[1].
Documentos fechados en los años centrales del sitado siglo constatan la existencia de la actual calle silera y el tramo que baja hacia la mitad de la calle Moralejo desde la Torre:
…don Bartolomé del Valle Becerra, vecino de esta villa, caballero hijodalgo en ella, a quien doy fe conozco y digo que por cuanto el otorgante es poseedor de cuatro zelemines de tierra que los divide el camino que parte desde la calleja del Carmen por la esquina de los corrales de las casas de Juan Urbano, y va a la calleja que llaman de Matías de León, que sale a la calle Moralejo Primero, y linda con el camino aque desde dicha calleja del Carmen sube a la ermita de los Desamparados por la parte de delente…..[2]
De los dos caminos que cruzaban el paraje, el primero que inició su transformación en vía urbana pudo corresponder al que subía desde el Moralejo a la casa de la Silera y continuaba hasta la calle del Carmen. Por el contrario, el camino que sirvió de alineación a la calle Silera no inició este proceso hasta bien entrada la segunda mitad el siglo XVIII. La nomenclatura Silera referida a una calle aparece registrada por primera vez en el padrón de habitantes de 1789[3], y no se registró nuevamente hasta 1819. Probablemente en ese tiempo ya existían construcciones y vecinos en el camino o calle de la Silera, aunque el número de ellos era insuficiente para registrar la calle en solitario en los censos poblacionales, incluyéndose por ello sus moradores en los listados de la calle Desamparados.
En el padrón de habitantes de 1819 -primero de los ejecutados en ese siglo-, aparece ya como calle Silera con un número considerable de casas, treinta y una, circunsatancia que avala la hipótesis de que el origen de la calle se había ocasionado varias décadas atrás. Aún así el número de edificios resulta demasiado elevado para ese tiempo, si valoramos el corto trayecto que ocupa actualmente la calle. Los padrones siguientes reflejan una reducción radical del número de casas con respecto al de 1819. Tan sólo dos años después, en 1821, se contabilizan diecisiete edificios, número que se mantuvo inalterable durante toda la centuria. Queda claro que hubo un error en el padrón de 1819, o se produjo una reorganización del entorno de la recién construida Plaza de San José, restando casas a la calle Silera para agregarselas a otras calles de la zona.
Por ese tiempo el número de vecinos era mucho mayor que el de edificios al estar la mayoría de las casas habitadas por varias familias. La condición social de estos vecinos se pone de relieve en el catálogo de oficios y profesiones que declararon tener en 1821:
OFICIO | Nº DE PERSONAS QUE LO EJERCEN |
Penjareros | 2 |
Jornaleros | 21 |
Hortelano | 1 |
Soldado | 1 |
Sacristán | 1 |
Zapatero | 1 |
Yesero | 1 |
Albañiles | 2 |
Carpinteros | 2 |
Mulero | 1 |
AMA. Padrón de Habitantes 1821. Leg. 210. Elaboración Propia
Podemos deducir que la mayoría de ellos pertenecían a la clase social más deprimida de la época, entre la que podemos incluir, además de a los jornaleros, a otros oficios artesanales que se registraban como: zapateros; carpinteros; albañiles, etc. Esta misma tipificación mantuvo durante todo el siglo XIX, periodo en el que se incorporaron nuevos vecinos como el sastre Manuel de Castro, en 1834[4]. Ya en el último tercio del siglo presentaba un censo de veinticinco vecinos con un total de ciento once habitantes. La numeración de las casas alcanzaba del 1 al 11 y del 2 al 20[5].
Con esta distribución se mantuvo durante la primera mitad del siglo XX, habitando la misma un total de dieciséis familias, algunos de cuyos apellidos han perdurado hasta la actualidad:
Nº CASA | PROPIETARIO |
1 | Carmen Chacón Lozano |
3 | Lucrecia Hermosilla Pizarro |
5 | Juan Campos Toro y Ángel Albalá |
7 | Rosario Barranco Pérez |
9 | Manuel Espada Palma |
11 | Antonio Ortiz Márquez |
2 | Herederos de José Montilla Cosano |
4 | Manuel Mejías Expósito |
6 | Antonio Zurera Aguilar y otros |
8 | Rafael Sánchez Cabezas |
10 | Juan Jiménez López |
12 | Francisco Romero Delgado y otros |
14 | María Jesús García de Leaniz |
16 | Juan Burgos Luque |
18 | Manuel Palma López |
20 | Rafael Gama Galisteo |
AMA. Padrón de Edificios y Solares 1928. Leg. 471. Elaboración Propia
De las obras que se acometieron en esta calle durante la segunda mitad del siglo XX cabe resaltar la sustitución del empedrado que presentaba, colocándose el adoquinado que luce actualmente, hecho que se produjo en la década de 1970. La Silera forma parte del reducido grupo de calles que han mantenido inalterable su nomenclatura a lo largo de la historia.
DATOS NOMENCLATURAS
CALLEJA DE MATÍAS LEÓN: como hemos documentado, con esta denominación existía en el cerro de la Silera una calleja a mediados del siglo XVIII que pudo tratarse de la actual calle Silera. Desconocemos cualquier otro dato biográfico sobre el tal Matías León, pudiendo tratarse de uno de los primeros vecinos de este lugar.
CALLE SILERA: con el nombre de Silera se designó genéricamente durante la Edad Media al lugar donde se ubicaban los silos públicos en los que se depositaba el trigo y demás cereales para su almacenamiento y conservación. Este mismo nombre recibió el edificio o casa en la que se ejecutaba el reparto del trigo, estableciéndose en ella el diputado encargado de registrar la entrada o salida de dichos productos.
Hemos constatado varias noticias sobre lugares con esta nomenclatura en Aguilar, aunque los más numerosas hacen referncia a la silera que existió hasta el siglo XVII en el camino de Montilla, junto al cerro de Tumbajarros, y a partir de dicho siglo a la situada en el cerrillo de la Cruz, lugar al que se dirigía desde el centro de la calle Moralejo el camino sobre el que se alineó la actual calle Silera.